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Las Verdaderas Marcas de un Culto (Secta)

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Haga clic AQUÍ para bajar e ir a la lista de las marcas.

La religión falsa es hecha por el hombre. La verdadera religión es creada por Dios. Una es un culto y la otra es verdadera reverencia a Dios. La una cubre y glorifica a la vieja naturaleza. La otra, es un cambio de naturaleza para bien. Una tiene que ver con la justicia del hombre. La otra es la justicia de Dios. En sí mismo y por sí mismo, ningún hombre hace el bien. Sólo Dios es bueno. (Mateo 19:17)

“La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” (Santiago 1:27)

“Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” (Miqueas 6:8)

¿Qué ES entonces un “culto” o una secta? Como dice el dicho: “La basura de un hombre es un tesoro para otro.” ¿Quién puede decidir si algo es un culto? ¿Quién califica para juez? ¿Podremos tener una definición verdadera y objetiva?

En la primera mitad de este escrito, Víctor dará la verdadera definición de una secta, por medio de la cual usted podrá identificar quiénes realmente son una secta, sin ninguna duda ni ateniéndose a suposiciones y etiquetas subjetivas. Usted verá a quién le quedan los zapatos y quién los usa.

En el mundo cristiano profesante, muchos tratan de darnos marcas que identifican a las sectas. Sin embargo, los criterios usados son vagos y virtualmente imposibles de aplicar sin tener que echar a perder lo bueno juntamente con lo malo, o simplemente quedarse con lo malo. En la segunda parte de este escrito, usando un ejemplo del Instituto de Investigación Cristiana (de Hank Hanegraaff), Paul demostrará que las cosas que el Señor aprueba son condenadas por las definiciones prevalecientes de lo que es una secta. En este ejemplo usted verá que las marcas que ellos atribuyen a las sectas bien pueden aplicarse y, más propiamente, describen al Señor Jesucristo y a Sus apóstoles.

Eso no debería sorprendernos, pues desde el principio, los hombres (especialmente los religiosos) le llamaron “secta” (culto) a la obra de Dios:

“Pero queríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta (culto) nos es notorio que en todas partes se habla contra ella.” (Hechos 28:22)

Que se sepa que las marcas de una secta que se ilustran e iluminan en este documento constituyen la marca y el número de la bestia del que se habla en Apocalipsis. Los que no están dispuestos a recibir estas marcas en sus frentes (en sus mentes) o en sus manos (en sus obras) no pueden “comprar” ni “vender” entre los hombres. No serán aprobados por los sistemas religiosos de los hombres, así como le ocurrió a Juan El Bautista en sus días. Pero si perseveran en seguir al Señor fuera del campamento, serán aprobados por Dios, teniendo el sello de Su Nombre y andando en Sus caminos.

Víctor define lo que es una secta y describe las verdaderas características de una:

Es cierto que la definición de una secta depende de quién la define. También es cierto que casi todas las definiciones son prejuiciosas, partidistas, fanáticas, contradictorias, ignorantes, erróneas, justificadamente debatibles y, por lo tanto, potencialmente dañinas para los inocentes. Y es verdad que quienes se dedican a la tarea de definir a las sectas y cultos, como lo ven desde su propia perspectiva religiosa, son culpables de calumnias, difamación de carácter, daño potencial a los santos de Dios y de blasfemia contra Dios. Hasta ahora no he visto una definición que no tenga las características que acabo de mencionar.

Aquí les presento una definición práctica y verdadera, y nombro las verdaderas marcas primarias de un culto o secta como existen comúnmente, no según la opinión ni la tradición, ni la orientación religiosa o alguna otra cosa, sino de acuerdo con Jesucristo/Yahshuaj HaMashiach y las Santas Escrituras.

Veamos una definición válida de la palabra “culto”. Primeramente, aunque hay cultos de muchas persuasiones sociales y religiosas, limitemos nuestro alcance, por razones del propósito de esta discusión, y apuntemos solamente a los que están dentro del contexto del cristianismo nominal. Por lo tanto, pongámonos de acuerdo en que una secta es:

“Un grupo identificable, el cual, aunque profesa el cristianismo o la fe en Jesucristo, es contrario, intencionalmente o no, al verdadero cristianismo.”

Esa es la forma en que comúnmente se usa esa palabra en nuestra sociedad. ¿No es así? Siempre que uno llama culto o secta a un grupo como el de los Moonies, por ejemplo, no es para halagar, sino para condenar a ese grupo. Nuestra definición ha sido usada de manera correcta y de manera errónea. De hecho, se ha usado en contra de nosotros. Eso sucede porque las características que se describen más a menudo son generales y subjetivas. Sin embargo, cuando presentamos las verdaderas marcas de una secta, debe haber un registro claro, aceptado o no, simplemente de qué o quién es, o no es, una secta.

Por lo tanto, es mi placer y bendición de Dios, por su gracia y revelación, presentar según las Escrituras, aunque comúnmente no reconocidas en ellas, las marcas de una secta en manera simple e inequívoca, tal como lo hemos definido. Aquí están algunas verdaderas marcas de un “culto” las cuales el lector no podría identificar ni con Jesucristo ni con el apóstol Pablo, ni con los verdaderos discípulos de Cristo o creyentes en cualquier parte del mundo en ninguna época, simplemente porque Jesús y sus discípulos fueron verdaderos y no tenían estas marcas; más aun, sus estilos de vida eran contrarios a estas marcas. Algunos cultos tendrán muchas de estas marcas; otros, menos, pero los cultos o sectas tendrán por lo menos una o más.

El fruto debe ser reconocible, pero ¿cómo? ¿Cuál es el fruto? Jesús dijo:

“Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Y guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol malo lleva malos frutos. No puede el buen árbol llevar malos frutos, ni el árbol malo llevar frutos buenos. Todo árbol que no lleva buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7: 13-20)

Consideraciones adicionales: No estamos incluyendo aquí las características obvias del mal practicado como actos legítimos de adoración y obediencia a Dios. Son muchos los malhechores que se han entregado a los apetitos de la carne como adulterio, fornicación, orgías, adoración a Satanás, portación de armas para la guerra y autodefensa en el Nombre de Dios, drogas, racismo, homosexualismo, engaño, sedición, acaparamiento de provisión e innumerables males como estos. Como ejemplos, podemos mencionar a Jim Jones y a Koresh.

Más bien, nuestro propósito aquí es identificar a los culpables más sutiles, más prominentes, engañosos y, por lo tanto, más peligrosos y dañinos. Aunque Koresh y Jones mataron a cientos físicamente, vemos a millones muriendo y muertos espiritualmente todos los días. Identificaremos a la religión falsa que se hace pasar por verdadera, esa que, generalmente, es socialmente aceptada por el mundo, hasta considerada como de Dios; sin embargo, que puede identificarse como falsa de acuerdo con las claras enseñanzas de las Escrituras y el ejemplo de Jesucristo y el apóstol Pablo, así como todos los verdaderos creyentes que adoran al Padre Celestial en espíritu y en verdad.

La calidez y amigabilidad, el orden formal hecho por el hombre y la formulación de la verdad y las formas de adorar a Dios son todas las sendas de Satanás, “quien gusta de las cosas de los hombres.” Estas pueden parecer espiritualmente beneficiosas, edificantes, motivadoras y disfrutables, y hasta divinas. Sin embargo, igual que el proverbio de la rana que estaba cómoda en agua tibia, la muerte es segura si uno se queda “absorbiendo estas cosas”. Ellas tienen sus efectos seguros y destructivos, en poco tiempo. La realidad es gradualmente desplazada por la religión, la cual se presenta como adoración verdadera. Adorar a la adoración de Dios es la falsedad más sutil. Adorar a Dios a la manera del hombre es abominación para Él. Debería ser entendible que Él odie eso con pasión. ¿Se sentiría usted molesto si sus hijos o siervos o empleados continuamente vinieran a usted, no en verdad ni sinceridad, sino como aduladores, buscando agradarle y lisonjearlo, sólo porque ellos quieren sacar algo de usted? ¿No preferiría usted que ellos lo amaran más bien? Es igual con Dios.

También debe estar claro que muchas sectas tendrán algunas características de lo legítimo. Por ejemplo, los Testigos de Jehová no celebran las fiestas paganas, los católicos declaran que Jesús es Divino y los Adventistas del Séptimo Día predican el día de la semana designado por Dios como el Sabbat. No nos engañemos por los que tengan algunas características legítimas o que parezcan legítimas. El error que tienen estropea del todo las verdades que podrían sostener. Una gota de veneno en un vaso de agua pura es suficiente para matar. Determinemos las marcas de un culto de acuerdo con la Vida y las Palabras de Jesucristo y tengamos cuidado para no participar de ellas, ser atrapados y seguramente destruidos.

Aquí están las marcas:

NOMBRES OFICIALES

Las sectas tienen un nombre formal u oficial que los identifica con el mundo y el cual presume manejar la verdad, tal como el “CRI” (Instituto Cristiano de Investigación) o “La Iglesia de Cristo” o “La Iglesia de Dios” o cualquiera de los nombres que uno encuentra en una denominación u organización “cristiana”. Estos son los “nombres de blasfemia” que se mencionan en Apocalipsis 17:3. Jesús y Sus discípulos no tenían ni tienen nombre denominacional, organizacional o formal.

Piense en esto, lector. Probemos algunos de estos nombres y consideremos las implicaciones:

Comencemos con “Primera Iglesia Bautista”. ¿Qué es eso de ser primero? ¿No es eso del espíritu del mundo? ¿No es ese un nombre de blasfemia? Mientras expresan superioridad o una cualidad especial como “somos los originales,” lo hacen en el Nombre de Jesucristo Quien dijo: “Si alguno entre ustedes quiere ser el mayor (o el primero), que sea siervo (o el último) de los demás.” ¿O dijo Él, ‘si alguno de ustedes quiere ser grande, que sea el primero’?

Y ¿en qué ponen el énfasis? ¡En el bautismo en agua! ¡Como si las aguas bautismales fueran el gran mensaje! ¡Qué erróneo y desviado! ¿Qué tuvo que decir el apóstol Pablo sobre el bautismo en agua? Aquí lo tenemos:

“No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” (I Corintios 1:17-18)

Probemos con otro nombre. Cualquiera nos sirve. Todos tienen la sustancia de error y de falsedad. Veamos “La Santa Iglesia Católica (universal) Romana”. ¿Qué dicen ellos? ¿Son “santos”? ¿Ha leído usted los periódicos o ha visto las noticias últimamente? ¿Ha estudiado usted la historia de esta organización? En cualquier caso, al llamarse por este nombre, en efecto lo que dicen es: “Nosotros somos LA Iglesia, EL Cuerpo de Cristo. Somos santos.” Entonces ¿qué tal que uno no es católico? Necesariamente eso ha de significar que uno no es miembro del Cuerpo de Cristo porque no es miembro de “la Santa Iglesia Católica Romana.” Sin decirlo así, ellos implican que cualquier persona fuera de su organización está perdida, o no está en el alcance de Cristo. Esto aplica a todos esos nombres, sea la “Iglesia del Nazareno”, o la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” o cualquier otra. Ponerse un nombre como iglesia es decir: “Somos especiales. Sobresalimos en este mundo como verdaderos siervos o representantes o hijos de Cristo o de Dios.” ¿No es eso lo que están diciendo? ¿Hizo Jesús tal cosa? Para nada. Tampoco lo hacen quienes de verdad son Suyos.

Hay quienes dicen que siguen a Lutero (luteranos), los que siguen a Calvino (calvinistas), los que siguen a Menno Simons (menonitas), los que siguen a Jacob Huter (huteranos) y la lista continúa. Acerca de los nombres, el apóstol Pablo tenía esto y mucho más que decir:

“Porque aún sois carnales. En efecto, habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales y andáis como hombres? Pues cuando uno dice: «Yo ciertamente soy de Pablo», y el otro: «Yo soy de Apolos», ¿no sois carnales?” (I Corintios 3:3-4)

Todas estas sectas que menciono dicen creer, enseñar y predicar de la Biblia, pero muchas palabras simples y mensajes sencillos de la misma no tienen ningún efecto en ellos, así como la escritura que acabamos de citar. Las sectas mantienen su derecho de marchar por los caminos de su preferencia, determinados a tener una apariencia de piedad pero negando el poder de la misma. Las sectas fueron hechas por los hombres y no por la obra de Dios. Si fueran de Dios, ¿andarían contrarios a Él?

SOLICITUD DE DINERO

Las sectas piden dinero para sostenerse. Algunos tienen ventas de comida; algunas, juegos de bingo, otras venden libros y casetes (la llamada literatura, música y parafernalia cristiana), vendiendo sus doctrinas, filosofía y práctica religiosa en el Nombre de Jesucristo y del ministerio cristiano. Algunos abiertamente ruegan por dinero, como lo hacen los evangelistas de televisión y de cruzadas y los que ofrecen “sanidades”. Jesús y Sus discípulos nunca pidieron ni les enseñaron a otros a pedir dinero. Ningún verdadero creyente pide dinero como apoyo a su ministerio ni a otra cosa. Su confianza por provisión y pago no está en los hombres sino en Dios que es quien dirige la obra de ellos. Los que le sacan dinero a la gente “para la obra de Dios” son charlatanes. Son ladrones y mentirosos.

REGISTRO CON EL GOBIERNO

Las sectas se registran con el gobierno para obtener exención de impuestos y licencia de organización religiosa. La razón principal de por qué lo hacen es por motivos financieros. Ellos quieren animar a la gente a que los apoye. Si las donaciones son deducibles de los impuestos, la gente, especialmente los ricos, están más dispuestos a dar. Además, ¿quién no querría un negocio exento de impuestos? Muchas iglesias acumulan riqueza con la exención de impuestos. Todo está ligado a mammon.

¿Licencia? ¡Imagínese eso! ¡Los cristianos necesitados de que el mundo incrédulo les autorice hablar la verdad, predicar el evangelio u oficialmente o públicamente adorar a Dios! ¿Se imagina usted a Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, registrando a Su Iglesia con el gobierno para que le permitan predicar el arrepentimiento a todos y poner Su vida por la humanidad? ¿Necesitó Jesús un permiso de Pilato para ser asesinado por él? ¿Puede alguien de verdad concebir que los cristianos se registren para tener derecho a hacer lo que hacen? Las sectas o cultos sí tienen esa noción, la predican, la viven; porque ellos tienen poco o nada que ver con el Señor Jesucristo como lo profesan. Ellos demuestran que son del mundo tanto en su conducta como en su pensamiento.

DEPENDER DE LA DOCTRINA ORTODOXA

Millones que profesan fe en Cristo tienen su fe no en Cristo Mismo, aunque dicen que sí, sino en doctrinas que ellos aseguran que son Cristianas y Bíblicas. Ellos creen en estas doctrinas porque la mayoría de cristianos profesantes las creen y las han creído por muchos siglos. Cuanto más antiguo sea algo, más legítimo y autoritativo le parecerá al mundo, al hombre carnal. La fe de ellos se basa en el tamaño, la edad, la popularidad y cualquier otra cosa menos en la persona de Jesucristo. Esto no significa que la verdad sea nueva. La Verdad siempre fue y siempre será.

DOCTRINA DEL TORMENTO ETERNO

El tormento eterno es una doctrina predominante en la mayoría de las sectas cristianas. No se puede inventar o imaginar una enseñanza más odiosa y asesina del carácter de un Dios de amor. Es lo peor de lo peor. Las sectas la creen y la predican para ganar poder sobre las almas y para experimentar, por lo menos en la imaginación, algún placer por el sufrimiento de aquellos que no ven las cosas igual que ellos. Es una forma de venganza imaginaria, personal y privada, una venganza sedienta de sangre y sin misericordia o consciencia. Los cultos usan el temor para ganar conversos al Dios de amor. ¡Qué irónico! ¡Qué diabólico!

Muchos tomarán varios pasajes y los van a interpretar como si dijeran que Jesús y sus discípulos predicaban una trampa tan demoníaca. Nunca lo hicieron y nunca lo harían. Es contraria a toda la creación y al Creador. Usted puede leer The Restitution of All Things en nuestro sitio en relación a este asunto.

POSTURAS DOCTRINALES FORMALES

Los cultos manejan una “declaración de fe” formal. Para ellos, no se trata de la vida o de caminar siempre con Dios adorándole en espíritu y en verdad. Más bien se trata de doctrina y de una conducta formal y religiosa. Ellos dicen que deben identificar y definir su fe. Ese es un argumento impuro, nacido de los razonamientos de hombres. Los fariseos tenían doctrina y en varios puntos era verdad, pero ellos eran una “iglesia” que crucificó al Señor.

¿Dijo Jesús “tienes que creer en el bautismo en agua por inmersión para ser salvo” o “tienes que ser un buen miembro de esta congregación local para serle agradable a Dios” o “Tienes que usar el nombre correcto de Dios (YHWH) si quieres obtener el favor de Dios”? o ¿Dijo Él “tienes que creer en esto, esto y esto…para estar bien”? Pues, no, en lo absoluto. Son los hombres quienes han dicho todas estas cosas. Los cultos las dicen. Los verdaderos de Dios no lo dicen. Jesús dijo que la obra de Dios era creer en Él, temer a Dios y guardar Sus mandamientos, mediante un nuevo nacimiento.

Eso no significa que no haya verdaderas doctrinas que son necesarias. Significa que la fe no viene por ningún reconocimiento intelectual (aunque sincero) o confesión verbal, de ciertas doctrinas. La mayoría de denominaciones funcionan de esta manera. Los fariseos y saduceos, dos sectas prevalecientes en los Días del Señor en su carne, tenían doctrinas correctas (especialmente los fariseos). ¿Tenían fe ellos? Ellos condenaban al Señor y a sus seguidores de ser “una secta”. ¿Por qué? Porque Jesús y sus discípulos hablaron la verdad, testificaban contra el mundo y no se ajustaban a los muchos moldes de doctrina que las sectas fabrican para hacer a Dios a la propia imagen de ellos y para sus propósitos egoístas.

FORMALIDAD, CEREMONIA Y RITUAL

Las sectas ponen un gran énfasis en la observancia formal de ceremonias religiosas, rituales, formalidades y “cultos” o “servicios”. Algunos lo hacen una vez a la semana; otros, dos veces; algunos, todos los días y otros, varias veces al día. La formalidad es la vívida demostración de la justicia del hombre. Uno no miraba formalidades en el Señor Jesucristo o en alguno que caminara por fe guiado por el Espíritu. Aunque se reunían, oraban, adoraban, bautizaban y predicaban, no eran indulgentes con el formalismo ni lo promovían. La indulgencia y la promoción de la formalidad es una marca clara de los caminos de Satanás, lo cual gusta a los hombres, pero ofende al Señor Jesucristo. Él dijo que los que eran nacidos del Espíritu eran como el viento. No se puede saber de dónde vienen o hacia dónde van (Juan 3). Pablo dice que los que son guiados por el Espíritu son los hijos de Dios. Los cultos o servicios formales con horarios predecibles no son para nada la dirección de Dios, sino la dirección y el poder de control del hombre.

Muchos alegarían que el Señor instituyó “La Cena del Señor” (definiéndola en sus propios términos). Él no hizo tal cosa. Muchos imitan la única parábola del lavatorio de pies que el Señor mostró a sus discípulos y lo han convertido en una ceremonia. Ellos sólo demuestran que saborean las cosas de los hombres. Las cosas de los hombres son las cosas de los cultos y las cosas de los cultos son las cosas de los hombres.

Lea Cristianismo Falso, El Caso de los Llamados a Salir y La Naturaleza del Engaño.

EDIFICIOS SAGRADOS

Los edificios sagrados, llamados “iglesias”, son importantes para las sectas y están cerca o en la cima de sus listas de prioridades. A tales edificios, ellos les llaman “la casa de Dios”, un “santuario”, “templo”, “parroquia”, “tabernáculo” o una “iglesia”. Igualmente, tienen mueblería y arreglos sagrados, tales como altares, estatuas, cuadros, púlpitos, bancas, utensilios para “La Cena del Señor”, cruces, pináculos, puertas arqueadas, vestimentas para el clero, coros y otros participantes en funciones y ejercicios religiosos, así como otros objetos y accesorios religiosos. No se encuentra que ninguna de estas cosas identifique al Señor Jesucristo o a Sus discípulos. En tanto que Sus discípulos toman la cruz espiritual de muerte a este mundo y al yo en realidad espiritual, las sectas fabrican, adornan y adoran cruces físicas, la obra de sus propias manos, creyendo adorar a Dios así.

Es cierto que Jesús y sus discípulos iban a las sinagogas y al Templo. Pero eso era porque allí era donde estaba la gente a quienes ellos fueron enviados a hablarles, y el Templo aún estaba vigente bajo la autoridad de Dios. Ellos no construyeron sus propios edificios como lugares de “adoración sagrada.” Cuando los discípulos vinieron a Jesús haciendo observaciones sobre la grandeza arquitectónica del Templo, Jesús profetizó su destrucción, enfatizando que la fe, la verdad y la piedad no tienen nada que ver con lo externo sino con lo interno.

ÉNFASIS EN LO EXTERNO

Las sectas le dan énfasis o valor a varias cosas externas como la ropa, el largo del cabello, la barba, la vida en comunidad y artículos religiosos de uso personal como cruces en el cuello y la solapa. Para muchos, es importante la ropa formal en días normales de “adoración”. ¿Qué logra esto en aquellos que no pueden vestirse de esa manera? ¿Qué tan bienvenidos son, tanto para los de la congregación como para sí mismos en cómo se sienten?

Aunque Jesús ciertamente habría alentado que se usara la etiqueta y apariencia apropiadas, Él no hacía que vistieran formales o iguales, o que se volvieran técnicos y meticulosos como lo vemos en los fariseos, los huteranos, los menonitas, los mormones, muchos reformadores y otros. Estas cosas son de la justicia del hombre y no de Dios. En los días del Señor en la tierra, había muchos que le daban importancia a lo trivial y trivializaban lo importante. A ellos, Jesús les dijo:

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.” (Mateo 23:23-28)

En realidad, los fariseos hacían algunas de las cosas que Dios requería, pero también tenían muchas otras leyes que Él no había ordenado. Ahora, yo estoy hablando de quienes hacen todo tipo de reglas que Dios no ha ordenado. Hay muchas sectas así y muchas reglas así.

USO DE IMÁGENES E ÍCONOS SAGRADOS

Aunque Dios prohíbe hacerse o tener imágenes en contexto de adoración, las sectas, así como los que hacen lo suyo fuera de Él, las hacen y las tienen.

Aun cuando estas cosas son vistas por el hombre como divinas e indicadoras de piedad, son una señal clara de religión falsa y de continuación de las tradiciones y prácticas paganas disfrazadas de “cristianas”. Estas son precisamente las cosas que a los hijos de Israel se les ordenó que destruyeran, un mandamiento que indica cuán odiosas son para Dios y cuán peligrosas para el hombre.

El Señor Jesucristo vino a darnos vida, no representaciones engañosas y vacías. En el principio, Él envió a sus apóstoles y discípulos, quienes, siendo criados como judíos y conocedores de la Ley, no tenían ni usaban imágenes e igualmente enseñaban a los gentiles a abstenerse de la “contaminación de los ídolos”. Pablo les dijo a los hombres de Atenas, una ciudad llena de ídolos (los cuales resultan de que el hombre quiera hacer a Dios a su propia imagen):

“Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Deidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.” (Hechos 17: 29-30)

La verdadera fe es conocer y ver a Dios como Él es, y no como los hombres se imaginan que Él debe ser. Esto último son las obras de los hombres (cultos), los caminos de la destrucción. Lo primero es la roca sobra la cual esta edificada Su iglesia. Este tema lo cubrimos en mayor profundidad, con más explicaciones y ejemplos prácticos en Religious Images, Icons, and Likenesses.

LÍDERES ASALARIADOS

Los ministros y las autoridades religiosas de las sectas pueden contratarse, despedirse o retirarse. Ellos son, por supuesto, los que Jesucristo llamó “asalariados”. Casi invariablemente, ellos son educados y entrenados en “Institutos Bíblicos” y seminarios. Ellos reciben papeles y recomendaciones de los hombres, de organizaciones religiosas. Son entrevistados por las congregaciones, los contratan, les pagan un sueldo regular y les dicen qué deben hacer y cómo deben pastorear a las ovejas. Ni quiera Dios que vayan a predicar cualquier otra cosa diferente a la doctrina que esa congregación acepta. Ni quiera Dios que se atrevan a reprender o a desaprobar a alguien. Para mantener sus empleos, los asalariados deben ser políticos. Deben acariciar el oído y dar elocuentes defensas de la doctrina de “los fieles”. Deben entretener a sus audiencias y ser lo suficientemente efectivos para ganar nuevas almas para el rebaño. De otro modo, los despiden.

¡Pobres y miserables criaturas! Sin duda, los que agradan a los hombres deben tener las vidas más difíciles de todas las personas en la tierra. No pueden ser ellos mismos, aunque hacen una gran demostración de que lo intentan. Ellos se conviertan “en todas las cosas para todos los hombres para poder ganar algunos.” (¿O será para sacar ganancias? Creo que es esto último.) Por esto, ellos son recompensados con títulos prohibidos por Cristo, tales como “Padre” o “Reverendo” o “Rabino” o “Doctor” y consiguen que se les impriman letras de autoridad religiosa detrás de sus nombres.

Me pregunto cuánto tiempo habría durado Juan el Bautista como pastor de la “Primera Iglesia Unida” con este mensaje de apertura para la multitud que vino a ser bautizada por él:

Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él:

“¡Generación de víboras!, ¿quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: “Tenemos a Abraham por padre”, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Además, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa al fuego.” (Lucas 3: 7-9)

Por supuesto, como hombre de Dios, fue Dios Quien lo preparó, fuera de las instituciones oficiales de aprendizaje y “entrenamiento espiritual.” Juan fue enviado por Dios y no por los hombres. Él condenó las obras de los hombres. ¿Serían contratados Jesús y Sus discípulos, tomarían ellos un salario y seguirían las instrucciones de los hombres en vez de las de Dios? Como está escrito:

“Mientras estaba en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en Su Nombre al ver las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos; y no necesitaba que nadie le explicara nada acerca del hombre, pues Él sabía lo que hay en el hombre.” (Juan 2: 23-25)

¿Tenían Jesús y Sus discípulos “credenciales” de instituciones “acreditadas”?

Lea:

“Y se admiraban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste (Jesucristo) letras sin haber estudiado?” (Juan 7:15)

“Cuando llegó al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a Él mientras enseñaba, y le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio esta autoridad?” (Mateo 21:23)

Usted dirá: “¡Pero ese era Jesús, el Hijo de Dios a Quien servimos!” ¡Estas cosas no se aplican a Él!” Pero lea lo que Jesús les decía a Sus discípulos:

“Entonces Jesús les dijo otra vez: ¡Paz a vosotros! Como Me envió el Padre, así también Yo os envío.” (Juan 20:21)

“Entonces viendo la valentía de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se admiraban; y les reconocían que habían estado con Jesús.” (Hechos 4:13)

Los cultos no han “estado con Jesús.” ¿Por qué otra razón podrían ellos estar haciendo justamente lo contrario de lo que Jesús y Sus seguidores hacían?

¿Cómo le fue a Jesús con Su primer sermón? Aquí está una parte del registro:

“Vino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en la sinagoga, conforme a Su costumbre, y se levantó a leer.” (Lucas 4:16)

“Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira. Levantándose, Lo echaron fuera de la ciudad y Lo llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarlo.” (Lucas 4:28-29)

Lea todo el pasaje usted mismo. Nada que ver con agradar a los hombres.

SER DE LOS MUCHOS

“Los cultos son muchos: los verdaderos son pocos.”

Que se sepa que las palabras de Señor son verdaderas al decir:

“Entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” (Mateo 7:13-14)

Las sectas son muchas cuando se trata de las organizaciones llamadas iglesias. A menudo hay muchos miembros en estas sectas, y las principales tienen mayor cantidad de miembros. ¿Por qué es esto así? Es porque las sectas atraen a quienes están más interesados en sí mismos que en Dios. Están más interesados en los beneficios sociales y personales. Son amadores de los placeres más que de Dios. Igualmente, la mayoría de los miembros de las sectas nacen dentro de las “iglesias.”

Mientras los religiosos eran muchos, poderosos y socialmente aceptados, Jesús y Sus discípulos eran pocos, débiles en términos de lo que el mundo considera fuerte, y aborrecidos por las autoridades religiosas. Siempre ha sido así.

DE FÁCIL AFILIACIÓN PARA CUALQUIERA

Las sectas, casi invariablemente, son de fácil afiliación. Todo lo que uno necesita hacer es estar de acuerdo con ellos, vestirse como ellos, asistir a los “cultos” (lo que sea que signifique eso), dar dinero, tal vez firmar una membrecía o bautizarse en agua, y “¡listo!”, ya se es miembro. ¿A quién podrían rechazar? Yo sé que hoy en día, yo podría unirme a cualquier secta que escogiera, de las cuales hay miles. ¿Hay alguna duda de que Jesús y sus seguidores podrían haberse unido a los fariseos, a los saduceos o a otros? Pero ellos no hicieron eso. Ellos no estaban afiliados a ninguna organización formal.

Sin embargo, ¿qué tan fácil es unirse al Cuerpo de Jesucristo, la verdadera iglesia? Es imposible, porque ésta no es una obra o decisión del hombre. Como está escrito:

“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (Hechos 2:46-47)

CONTROL MENTAL

¿Quiere usted control mental? Pruebe con una secta. ¿Cuáles son las técnicas? Ya hemos mencionado muchas de ellas. Edificios grandes e impresionantes, cultos formales, ceremonias, títulos, apariencia de piedad, beneficios sociales, la mejor ropa el día domingo y mucho más.

¿Le “lavan el cerebro” a la gente en estas organizaciones? Pruebe, sólo pruebe hablar con un Adventista del Séptimo Día y verá cuán lejos llega. Trate de hablar con un Testigo de Jehová y verá qué tan fácil puede ser. Trate de hablar con un católico y averigüe si es fácil hablarles la verdad sin ser tildado de “ataca-católicos” o de “promotor de odio”. ¿Ha tratado alguna vez de hablar con un mormón? ¿Qué tal con un “duro de matar bautista”, o con un “orgulloso anglicano”, o un correcto “de dos en dos”? Todos ellos tienen las respuestas…todos ellos, o si no saben las respuestas por sí mismos, creen que su iglesia sí las sabe. Una vez, tratando de alcanzar a mi padre, él me dijo: “¡Yo nací católico y MORIRÉ católico!” Así fue.

Hablando del control mental y de la adoración al hombre, pruebe con el Papa. Su hospital se llama “El Vaticano III” porque él pasa allí como paciente casi tanto tiempo como el que pasa en el Vaticano o en su residencia de verano. ¡Este es el que dice ser el único representante del Sanador de toda la humanidad! ¡Este es el hombre que alardea tanto de autoridad temporal como celestial sobre las vidas de todos los humanos en la tierra! ¡Este es el hombre que se supone que representa a Dios en la tierra! Trate de señalarle estas cosas a un católico y rápidamente usted será silenciado y condenado.

El Papa no puede equivocarse. Si él prevalece es un héroe; si cae, lo hace con mucha valentía. Si está bien, es porque él es piadoso; si se enferma, ¡qué bien lo sobrelleva! Muchos sufren todos los días y nadie lo sabe, pero apenas estornuda el Papa, y aparece en todas las primeras planas y en las noticias de las seis de la mañana. Él perdona a su posible “asesino” en público en televisión. El Señor reprendió severamente a los fariseos por esa misma clase de payasadas. ¿Quiere usted “culto a la personalidad” o tener un líder “carismático” o seguir a un “hombre”? Aquí lo tiene como en ningún otro caso conocido en la tierra.

Jesús dijo:

“Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” (Mateo 23: 8-12)

En contra de Su propia Palabra, a los sacerdotes se les llama “Padre,” y como si esto fuera poco para desafiar al Señor Jesucristo, el Papa (lo cual significa “padre”) se llama a sí mismo nada menos que ¡“El Santísimo Padre”! Más de mil millones de personas siguen su descarada impudencia contra el Señor Jesucristo, mientras se declara a sí mismo como Su “único vicario” sobre la tierra. Sí, le dan este título, con gusto, para que él reine sobre ellos con majestad y honor entre los hombres. ¡Los poderes del misterio de la iniquidad y el poder engañoso del pecado son sencillamente desconcertantes! Además, son muchos los católicos que pedirían mi cabeza por atreverme a decir estas cosas, una vez más dando testimonio contra sí mismos en cuanto a su verdadera fuente de inspiración.

Hoy en día tenemos anglicanos y feligreses y “ministros” de la Iglesia Unida que son homosexuales. Los que están dentro de estas organizaciones y no están de acuerdo con lo que hacen o no lo aprueban, ¿se salen de estas iglesias? Muchos no lo hacen. No es asunto de lo correcto o verdadero para ellos, ni se trata de lo que ocurre dentro de sus organizaciones. Lo que importa es que “morirán anglicanos (o Unidos) porque ellos nacieron anglicanos (o Unidos)”. Para ellos, su iglesia es más importante que Dios.

¿Cómo es que los que nacen en una religión están invariablemente convencidos de su religión? ¿Cómo es que no se les ocurre a ellos que el mismo fenómeno ocurre en todas las denominaciones y organizaciones religiosas? ¿Quiere usted un “lavado de cerebro”? Si esto no es un “lavado de cerebro”, ¿qué es entonces?

Hable con un verdadero creyente en Cristo, y usted verá que él o ella cree, no por lo que le enseñaron en la religión formal, sino a pesar de ello. Él o ella están tan VIVOS como lo estaban el Señor y sus discípulos en sus días.

CENSURA DE LAS ENSEÑANZAS EXTERNAS

Una marca segura de la falsedad es prohibirles a los miembros que lean literatura externa o que se expongan a enseñanzas de quienes estén fuera de sus organizaciones. Los líderes prohíben esto con el pretexto de que están guardando a sus ovejas de los hijos del diablo y de las tinieblas, quienes, según ellos, son todos los que no están de acuerdo con ellos o son indiferentes con ellos.

La realidad es que estas personas tienen miedo de la verdad. Ellos no confían de corazón que lo que ellos creen sea la verdad sólida de Dios, aunque ellos negarán el hecho con tanta fuerza como cuando Pedro negó al Señor. Esto sucede porque ellos no conocen al que es la Verdad, al que Pedro negó. A ellos se les encuentra negándolo constantemente, como una política organizacional y una forma de ser. Ellos no han sido liberados del espíritu de temor.

“Huye el impío sin que nadie lo persiga, pero el justo está confiado como un león.” (Proverbios 28:1)

“El que teme no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18)

Nos hemos encontrado tan seguido con mormones y con Testigos de Jehová, como ejemplos prominentes, quienes no están preparados para escuchar con objetividad a lo que otros tienen que decir, pero que sí están más que listos para declarar sus doctrinas. De hecho, cuando sus misioneros han venido a las puertas de nuestras casas, sólo lo hacen para echarnos sus organizaciones y enseñanzas, pero nunca para oír y considerar lo que la Biblia dice realmente. A la primera mención de desacuerdo según lo que dicen las Escrituras y lo que ellos han aprendido, inmediatamente buscan una manera de evitar el asunto y vuelven a su doctrina o simplemente se van.

¿No es ésta una señal de arrogancia o ignorancia, todo envuelto en una sola cosa? Los que conocen la Verdad son libres para escuchar, así como para hablar. Los que están en la verdad invitan a los que están errados a que hablen, a modo de tener la oportunidad de hablarles la verdad a quienes están en error. Para hacer esto, ellos deben escuchar y poner atención, pero los que están errados y sirviendo en sus organizaciones no soportan ni escuchar la verdad, mucho menos responder a ella.

Los que están en error tienen miedo de escuchar la verdad, para no confundirse más de lo que ya están. En lo profundo de su ser interior, ellos se sienten inseguros. Hacen su mejor intento por convencer a otros de su arenoso fundamento en la falsa doctrina, como si algún converso o adepto a su organización o sistema de creencia, de algún modo, confirmará sus pasos y será la prueba de que ellos tienen la razón. Ellos ponen su fe en los números (lo cual es lo opuesto a la manera de Dios). La verdad se vuelve más difícil y confusa en la consciencia de aquellos que tienen un propósito distinto al de conocer la verdad y a hacer la voluntad de Dios. Ellos prefieren salvar sus vidas y sus mentiras e ilusiones, en tinieblas, en vez de perderlas por la Verdad y por causa del Señor.

“Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” (Juan 3:19-21)

GUARDAR LA RELIGIÓN Y LAS TRADICIONES JUDÍAS

Un reciente fenómeno en la escena religiosa es el “retorno a las raíces hebraicas”, a las “tradiciones de los padres” y a “la fe una vez dada a los santos judíos.” Tenemos una verdadera proliferación de congregaciones “mesiánicas” a nivel mundial. En niveles variados, ellos le ponen énfasis a “El Nombre” o “HaShem”, al Nombre Hebreo para el Creador, usando el idioma hebreo para palabras clave en la Biblia, para nombres, títulos, términos religiosos, observancias, fiestas y tienen una debilidad por las tradiciones y ceremonias judías. Si usted llama al Creador “Dios” o a Su hijo “Jesucristo” bien puede estar llamándole su “amante padre” a Satanás. Para muchos grupos más fanáticos, con eso, es como que usted se haya bajado los pantalones y defecado en público. Si usted no usa apelativos hebreos, usted es un pagano y caso cerrado. Estos son cultos o sectas, que ponen el énfasis en lo externo creyendo que son lo especial de Dios, amantes hijitos que odian todo lo que no se ajuste a su concepto de “Dios” o de “Yahweh”. Imagínese usted, todos los que confían en su propia justicia, como es el caso de los cultos, al final son una misma cosa.

Jesús y Sus discípulos no andaban por allí despreciando al mundo o insistiendo en que se usara el idioma hebreo, las costumbres, las tradiciones y ceremonias religiosas y vestimenta judías. Esa clase de legalistas fueron Sus mayores molestias y Sus enemigos. Sus palabras más duras fueron contra estos a quienes llamó serpientes. Ellos lo mataron en ese tiempo y continúan persiguiéndolo a Él y a Sus verdaderos seguidores hoy en día. Ellos son la élite de los hipócritas, la auto-justicia encarnada, presumiendo que sirven a Dios al glorificarse a sí mismos como adoradores. Lo peor de los juicios está reservado para ellos.

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CELEBRAR LAS FIESTAS PAGANAS

La mayoría de las sectas van con la corriente del mundo y festejan con el mundo. Celebran y observan el domingo, la navidad, la semana santa, el día de San Valentín, Día de las Brujas (Halloween), cumpleaños, aniversarios, Día de la Madre y del Padre.

¿Celebrarían estas cosas Jesús y sus seguidores? Para nada. Son muchos los testimonios escriturales que más bien refutan estos eventos. Para Dios no se trata para nada de la cantidad de vida sino de la calidad, aun cuando Él puede recompensar con longevidad. No se trata de conmemorar las cosas de este mundo o de esta vida, sino de poner nuestro afecto en las cosas de arriba. No se trata de honrar a otras deidades, sino de adorarlo a Él.

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FALTA DE RAZÓN Y PRACTICIDAD

En las sectas hay hipocresía en muchos aspectos, sin ser el menor, el hecho de que tienen una horrenda falta de razón y de practicidad. Parecen pensar que el cristianismo sólo se trata de hacer una profesión de fe en Dios (lo cual, según la Biblia, los demonios también lo hacen), ir a la iglesia, cantar en el coro, vestirse “apropiadamente”, diezmar, orar y leer la Biblia (a veces). Cuando se trata de asuntos prácticos, tales como comer apropiadamente, respetar el ambiente, usar prácticas de agricultura sostenible, usar para sí mismos remedios médicos naturales y tantas otras cosas buenas necesarias y razonables, ellos, en forma general, carecen de entendimiento. No sólo consumen el veneno del mercado, sino que también lo producen y le sacan ganancia. No hay reconocimiento de la manera de Dios para tratar la tierra que se nos dio como nuestro hogar.

En cuanto a esto está escrito: “Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.” (Apocalipsis 11:18)

Yo siempre me estoy enfrentando a personas que están sufriendo y muriendo por su estilo de vida sin Dios, especialmente en la dieta, la calidad del agua que beben, las prácticas en granjas y huertas, el mantenimiento de la casa, y más. Pero trate usted de decirles algo. Lo verán como si usted fuera de otro planeta. Mis palabras ni siquiera les entran por un oído, peor para que les salgan por el otro. Ellos NO ESCUCHAN. “Lo sentimos; no creemos lo que usted cree.” Y así mueren en sus pecados.

Hágase usted esta pregunta: ¿Habría el Señor usado herbicidas, pesticidas, fungicidas, hormonas de crecimiento, colorantes artificiales, saborizantes, antibióticos y fertilizantes artificiales en la agricultura y en la producción de alimentos, matando así al hombre, a las bestias, a los insectos, a las plantas y a los microorganismos? ¿Se habría dado el lujo Él, cómoda y habitualmente, de comer comidas rápidas? ¿Habría Él sanado o enseñado a sanar mediante radiación o quimioterapia (¡Qué contradicción!) ¡Difícilmente! Los que dicen adorarle a Él lo hacen todo el tiempo. A las sectas, estas cosas les importan un comino. Contaminar la comida y el ambiente es “negocio, como siempre”; no es gran cosa.

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VIDAS EN DICOTOMÍA

En muchos casos, las sectas viven dos vidas. Tienen su vida “religiosa”, generalmente el domingo o el sábado, y tiene su vida secular. Para ellos está la “iglesia” por un lado, y el “trabajo” o el “negocio” por otro; lo sagrado y lo profano, lo físico y lo espiritual. Quieren que Dios esté fuera de los asuntos sociales y ocupacionales de cada día. Él no cabe allí. Su lugar está estrictamente limitado a la “iglesia”. Si usted menciona a Dios durante la semana, en un lugar de trabajo, usted es un fanático, un loco religioso.

Jesús y Sus discípulos vivían la vida completa y no hacían tales divisiones. Para ellos, todo era una sola cosa en Dios. Ellos hablaban en todas partes y apuntaban a todos los asuntos de nuestra existencia. No había lugar donde ellos no buscaran y tomaran la oportunidad de predicar el Reino de Dios, Quien es el Creador de todas las cosas. Las sectas no tienen nada que ver con Aquél a Quien profesan adorar, para nada. Jesús dijo:

“El que no es Conmigo, contra Mí es, y el que Conmigo no recoge, desparrama.” (Lucas 11:23)

AVERGONZARSE DE JESUCRISTO

Esta marca se relaciona con la marca de la dicotomía. Sin embargo, es bastante específica y sobresaliente, y si lo pensamos bien, bastante peculiar. Yo crecí en la Iglesia Católica. No había una sola persona en esa iglesia que hablara públicamente del Señor Jesucristo, incluyéndome a mí. Todos claramente nos avergonzábamos de Él. Y todos habíamos sido “bautizados” cuando niños, “confirmados” a la edad de 12, enseñados en la doctrina católica o el catecismo, íbamos a la iglesia regularmente, cantábamos en el coro, celebrábamos la navidad y la semana santa, teníamos un grupo juvenil en la iglesia, algunos de nosotros servíamos como monaguillos, y algunos de nosotros hasta asistimos a un seminario menor. Aunque nos daba miedo mencionar el Nombre de Señor, ciertamente no nos daba miedo maldecirlo, o fumar o emborracharnos en público, o contar chistes sucios.

La reticencia a proclamar Su Nombre en público es una característica común de las sectas, aunque otros usan Su Nombre para promover sus propios intereses religiosos. No todas, pero sí muchas sectas, tienen esta marca, ¿Cómo es que uno puede ir a la iglesia, lo cual presumiblemente se trata de adorar al Creador, pero avergonzarse de tan sólo mencionarlo en el mundo secular y hasta en la misma iglesia? ¿Cómo es que la gente puede, no sólo quedarse cómoda en estas iglesias, sino también comprometerse e involucrarse -mientras los ministros o sacerdotes “dirigen los cultos” y predican-, y a la vez, avergonzarse del Señor Jesús? ¿Cómo es que “ir a la iglesia” es algo aceptable para el mundo, pero declarar y adorar abiertamente el Nombre del Señor Jesucristo no lo es? ¿Qué dice eso de estos grupos e instituciones? Dice lo que Jesús dijo de ellos:

“Por lo tanto, quienquiera que se avergüence de Mí y de Mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él cuando venga en la gloria de Su Padre con Sus santos ángeles.” (Marcos 8:38)

LIBROS ESTIMADOS IGUAL QUE LA BIBLIA

Los mormones tienen una obra completa que difiere tanto de la Biblia tanto en espíritu como en contenido, excepto en el dar honra de labios a principios y leyes. Mientras la Biblia es un testimonio detallado del Hijo de Dios y tiene un registro histórico perfectamente respetable y verificable, con registros de profecías especificas que se han cumplido, el libro de Mormón no tiene nada, y aún así le dan más credibilidad y respeto que a la Biblia. ¡Engaño, tú eres poderoso! Sin embargo, es Dios Quien les ha dado un espíritu de error para que crean a la mentira, y cuando Dios es Quien envía error, ¿quién podrá estar de pie o resistirlo (2 Tesalonicenses 2:11)?

(Sin embargo, que conste que los libros, los escritos, los sueños y la revelaciones de verdad inspirados por el Autor de la Biblia, el Señor Jesucristo, sí pueden estimarse igualmente como la Biblia.)

NEGAR EL VIEJO O EL NUEVO TESTAMENTO

Hay quienes dicen que el Viejo Testamento ya no es relevante, que sólo era para los judíos, que Jesucristo nos ha librado de “la Ley y los profetas”. Están en error. Nunca Jesús o Sus discípulos enseñaron tal cosa. Por el contrario, Jesús dijo:

“No penséis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir.” (Mateo 5:17)

Tampoco dice tal cosa la porción del Nuevo Testamento pos resurrección. Si uno considera bien el Nuevo Testamento, todo está fundamentado en, y ampliamente sacado de, el Viejo Testamento. Decir que ya no necesitamos el Viejo Testamento o que ya no es relevante porque tenemos el Nuevo, es como decir que una vez construida una casa, ya no es necesario el cimiento. Eso es tontería. El rechazo al Viejo Testamento es el rechazo a Dios Mismo. Jesús, al citar la Ley y los profetas, citó palabras de verdad y vida eterna, las cuales nunca pierden relevancia. Quienes conocen, aman, creen y obedecen al Señor, entienden esto.

Por otra parte, están los que, en el Nombre de Jesucristo o no, rechazan la autoridad del Nuevo Testamento. Algunos hasta condenan al apóstol Pablo como charlatán y a algunos o a todos los libros como falsos, alterados o no inspirados por Dios. La relevancia del Nuevo Testamento se fundamenta en la verdad de que Jesucristo es el Mesías que cumplió la ley y los profetas. Tiene ese registro, escrito por hombres que voluntariamente lo escribieron con su propia sangre. Es el único registro específico del Señor Jesucristo disponible aunque todo el Viejo Testamento apunta a y escribe acerca de Él. De Él es que se trata toda la Biblia. Los que niegan el Nuevo Testamento como Escritura inspirada por Dios, niegan que Jesucristo es el hijo de Dios, el Mesías profetizado en el Viejo Testamento.

ADORACIÓN A LA BIBLIA

Aun cuando la Biblia es inspirada por Dios, no es Dios Mismo. Muchos se juntan, no obstante, en adoración a la Biblia. Ellos justifican lo que hacen basados en sus interpretaciones de las Escrituras, como si la inspiración divina de ellos les confiriera infalibilidad. Toman la posición de que la Biblia es la autoridad final, y por lo tanto, si están de acuerdo con lo que ella dice, o lo que ellos dicen que dice, tienen la razón. Sobre esto, hay varias cosas que podemos decir:

Uno, Dios es la Autoridad Final, y a menos que Él abra los ojos de una persona, esa persona no verá al Señor Jesucristo – el Camino, la Verdad y la Vida- en la Biblia, Su Libro de Registros. Dos, las creencias acerca de Dios, aún las verdaderas tales como “Jesús es Señor,” son vacías y vanas, a menos que resulten de un conocimiento personal de Él a través del don del arrepentimiento y la fe de Jesucristo, Quien es el Autor de las Escrituras y por Cuyo Espíritu recibimos entendimiento. Tres, los hombres no tienen derecho a interpretar la Biblia, en otras palabras, a añadir o a quitar de sus palabras. Los pensamientos del hombre, no son los pensamientos de Dios. La interpretación viene de Aquél que inspiró las palabras:

“…entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:20-21 RVR)

En la congregación de Dios, la cual tiene la verdadera adoración a Dios, no hay lugar para un altar a la Biblia inclinándose a ella como si en ella se encontrara algún poder o habilidad divinos, o, siendo más directos, en quien la esté usando. Los mayores enemigos de Jesús eran los que hacían precisamente esto, profesando seguir a Dios pero adorando las Escrituras, justificando lo que hacían porque ellos creían en las Escrituras y exigían que los honraran a cuenta de ello.
Jesús se dirigió a ellos sobre esto diciendo:

“Vosotros escudriñáis las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí; y no queréis venir a Mí para que tengáis vida.” (Juan 5:39-40 RVR)

Entonces ¿Cómo puede usted saber si los que se reúnen supuestamente en Nombre del Señor lo están buscando a Él, o si son sólo una secta reunida alrededor de la Biblia, usándola para justificarse y hacer lo suyo propio, aun ignorando que esto es lo que hacen? ¿Cómo diferencia usted lo falso de lo verdadero, puesto que ambos se agarran de la inspiración divina de las Escrituras?

De lo único que usted puede estar seguro, aparte de la revelación de Dios, es de que si mira otras marcas de un culto que no están en nuestra lista, puede estar seguro que la falsedad del grupo o maestro en cuestión no se anula sólo porque los que tienen tales marcas digan “seguir la Biblia como la Palabra inspirada por Dios.” De hecho, hacer tal declaración sólo sirve para confirmar que esas marcas dicen la verdad. Satanás se presenta como ángel de luz, y ¿qué lo calificaría mejor para esa posición que declarar que las Escrituras son divinas, dándole a él el sello de divina autenticidad? Los grupos que dicen usar la Biblia como su guía dada por Dios, pero que andan en oposición a los caminos de Dios escritos en ella, están usando la autoridad de las Escrituras para esconderse en las tinieblas, donde el príncipe de las tinieblas – el príncipe de este mundo – habita, y donde los simples e ignorantes no pueden discernirlos a ellos ni a sus errores. Aun si ellos quedan expuestos, los que se esconden detrás de la Biblia dicen ser inmunes a la persecución, como los sacerdotes católicos que han abusado de niños.

A menudo, estos grupos religiosos u organizaciones hacen declaraciones formales de doctrina con la Biblia prominentemente acreditada como la base para su agrupación y la autoridad que presumen tener sobre sus miembros. Aquí está uno de esos ejemplos, el primer punto de doce creencias declaradas por la Iglesia Evangélica Libre de América:

“Creemos: Que las Escrituras, tanto el Viejo como el Nuevo Testamento, son la Palabra de Dios inspirada, sin error en los escritos originales, la completa revelación de Su voluntad para la salvación de los hombres y la autoridad divina final para la fe y vida cristiana.”

Jesús y los apóstoles nunca hablaron de que la Biblia tuviera un lugar preeminente en la vida o fe del creyente. Ese lugar sólo se encuentra en Dios y en Cristo. Los que Dios ha enviada citan la Biblia y la usan como prueba y confirmación de lo que predican y practican, pero nunca le atribuyen a ella el poder para ser arbitrarios con la “fe y la vida” porque ellos conocen a Aquél en quien reside ese poder.

Los hombres exaltan la Biblia para elevarse ellos mismos sobre otros, pero la Biblia exalta a Jesucristo para la Gloria de Dios y para la edificación de los hombres.

CULTOS O “SERVICIOS” DE SANIDAD

¿Cuándo se puso Jesús a tener ALGÚN tipo de culto o “servicio”, mucho menos “cultos de sanidad”? Y cuando sanaba a las multitudes, ¿los persuadía Él para que primero sacaran sus billeteras y carteras para apoyar Su ministerio? Se los digo, Dios va a tener Su día con charlatanes como Benny Hinn, como lo hará y ya lo hizo con Oral Roberts, Peter Popoff y muchos otros. Estos charlatanes son blasfemos y multitudes de creyentes profesantes han comido de sus mentiras, de sus falsas promesas, dándoles sus riquezas a cambio de nada. Su día de pago está cerca.

¿Estás oyendo, Benny? Yo te veo y Dios, quien tú ni crees que exista, también te ve. ¡Y tienes a mucho del mundo pentecostal y carismático comiendo de tu mano! ¡Bastardo! ¿Crees que puedes engañar a Dios o que Él es ciego o que es inexistente? ¡Espera y verás lo que está reservado para ti, mentiroso blasfemo y ladrón! No hay muchos más viles que tú. Yo creo que te reirás un poco cuando leas esto, pero aguarda, observa y verás si lo que te digo es verdad o no. El fin de tus días de andar lujosamente sobre las espaldas de los enfermos, de los pobres y de los desesperados se acerca rápidamente. ¡Dios no permita que te vayas a ir a la tumba en paz!

MINISTERIOS DE ALCANCE ESPECIALIZADOS

“Tengo una gran carga por la juventud de hoy” se ha dicho por generaciones. “Juventud para Cristo” es una de esas sectas. Es verdad que los jóvenes necesitan oír el evangelio. Otros dijeron: “Necesitamos alcanzar a los estudiantes en el campus” y así nació “Cruzada en el Campus para Cristo” y “Comunidad Cristiana Intercolegial”. Sí, los estudiantes necesitan oír el evangelio. Otros, como el Ejército de Salvación, fundado por William Booth, alcanzaban a los que están en los barrios pobres. Ellos también necesitan oír el evangelio. “Las mujeres necesitan tener comunión unas con otras,” declaró alguien más, y así es como tenemos “Mujeres Brillando (Aglow).” Los hombres de negocios necesitan reunirse para tener comunión entre ellos, y así nacen ¡“Los Hombres Cristianos de Negocios del Evangelio Completo Internacional (FIHNEC)”! Hay que olvidarnos de todo eso y prediquémosle el evangelio al mundo, y entonces vino “Operación Movilización”. Hay ministerios especializados para los hospitales, ministerios para los ancianos, para los presos, para los leprosos, para los discapacitados, y muchos más. Todos necesitan que se les predique el evangelio, pero hay una gran diferencia entre las obras de los hombres en Nombre de Dios y la obra de Dios a través del hombre.

Todas esas son organizaciones formales, registradas con el gobierno, haciendo lo suyo propio en el Nombre de Jesucristo. David se refirió a todos estos:

“En cuanto a las obras de los hombres, por la Palabra de Tus labios, me he guardado de las sendas del destructor.” (Salmo 17:4)

Jesús y Sus discípulos no se especializaron en segmentos sociales. Su atención y enfoque estaban en todo sobre la vida, en el mundo entero, y eso incluye a todas las edades, razas, ambos sexos y todos los caminos de la vida, a los ricos y a los pobres, a los esclavos y a los libres, a los enfermos y a los sanos. Toda evangelización verdadera es una obra del Espíritu de Dios a través de hombres, no “de los hombres a través de Dios” (usando a Dios para hacer lo suyo).

NEGAR LA DIVINIDAD DE JESUCRISTO

Hay un sólo Dios. Jesucristo es Dios manifestado en carne. Él nunca fue creado. Él es EL Creador. Él no fue simplemente un profeta, o un buen o sabio maestro, o un iluminado y perfeccionado en Su carácter. Los que niegan que Jesucristo es Dios son los que están en el mayor de los errores. Negar Su divinidad es rechazarlo a Él.

Jesús Mismo no negó Su divinidad. Cuando los hombres le adoraron, Él no se los prohibió. Sólo la Deidad es digan de adoración. ¿Qué hombre puede levantarse a sí mismo de entre los muertos -como Jesucristo profetizó que Él lo haría – y lo hizo? Como está escrito:

“Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y Tú en tres días lo levantarás? Mas Él hablaba del templo de Su cuerpo. Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, Sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.” (Juan 2:19-22 RVR)

DECIR SER JESUCRISTO MISMO

Hay quienes, tanto hombres como mujeres, dicen que ellos son la reencarnación o la manifestación física de Jesucristo ellos mismos y por sí mismos, excluyendo a todos los demás. Esto es puro anti (“en lugar de”) Cristo. Aunque Jesucristo puede personalmente aparecérsele a algunos, como lo hizo en el caso de Saulo de Tarso o con el apóstol Juan, o conmigo, para dar unos ejemplos, no habrá duda que Él no vendrá otra vez como algún ser humano, como dice de sí mismo Sun Myung Moon, por ejemplo.

ADORAR, REVERENCIAR Y ORAR A PERSONAS

NUNCA se ha indicado o validado, ni en el Viejo ni en el Nuevo Testamento, oraciones, adoración o reverencia a nadie más que a Dios Mismo. Dios nunca ha instruido o alentado en ninguna otra forma para que se venere a alguien que no sea Él. Aunque muchos judíos dirían que este punto necesariamente descalificaría a Jesucristo, lo dirían porque ellos no le reciben como al Ungido, al Mesías, y a Dios en la carne. Ellos no podrían descalificarlo a Él, sino a ellos mismos. “El que les recibe a ustedes”, dijo Él a Sus discípulos, “a Mí me recibe, y el que me recibe a Mí, recibe a Quien Me envió.”

En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan testifica del error de adorar a los santos. Él estuvo a punto de adorar a un santo (ángel) que se le apareció a él. Pero se le ordenó que no lo hiciera:

“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Éstas son palabras verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.” (Apocalipsis 19:9-10)

Y: “Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.” (Apocalipsis 22:8-9)

¿Será difícil saber cuál de las sectas violenta esta verdad sagrada en todas sus formas? Sin embargo, para esa secta es imposible admitir su pecado.

REFERENCIA A LOS “PADRES DE LA IGLESIA”

¿“Padres de la Iglesia”? Pero, ¿quiénes son los “padres de la iglesia”?

La definición de Wikipedia: “Un Padre de la Iglesia” es cualquiera que (1) enseñó la doctrina y el aprendizaje ortodoxos, (2) llevaba una vida santa y (3) tenía cierta antigüedad.” Esta definición, por supuesto, es una referencia a los del cristianismo ortodoxo nominal.

¿Por qué el cristianismo nominal se refiere a este grupo de hombres como a los padres fundadores de la iglesia? ¿Por qué nunca incluyen o nombran en su lugar a los profetas de la Biblia o a los apóstoles Pedro, Juan, Santiago, Pablo u otros?

Aquí están algunos que invariablemente se mencionan como los “padres de la iglesia” (fuente):

Primero, están los tres llamados los “padres apostólicos”: Clemente de Roma, Ignacio de Antioquía y Policarpo de Esmirna. Hmmm… ¿no suena como que sería mejor empezar con los apóstoles originales y no con sus supuestos sucesores?

Luego están los que se conocían como los “padres griegos”: Ireneo de Lyons, Clemente de Alejandría, Orígenes de Alejandría, Atanasio de Alejandría, Cirilo de Alejandría, Juan Crisóstomo y los padres de Capadocia.

Y también se habla de los “padres latinos”: Tertuliano, Cipriano de Cartagena, Ambrosio de Milán, Jerónimo de Stridonium, Agustín de Hippo y Gregorio el Grande.

La mayoría de estos hombres formaron la Iglesia Católica Romana. Por ejemplo, dice la ICR que Clemente fue el cuarto papa y obispo de Roma, con su epístola que afirma la autoridad apostólica de Roma.

Juan Crisóstomo fue el autor de ocho sermones que promovían el antisemitismo, los cuales usaron los nazis en la persecución de los judíos.

He leído algunas de las obras de San Agustín y me he dado cuenta que él no era un hombre de Dios. Se dice que él creía en la supremacía papal. También, él estaba de acuerdo con que los libros apócrifos eran inspirados por Dios para estar incluidos en el canon.

Debería estar perfectamente claro, y lo está, que la Iglesia Católica no es la Iglesia de Jesucristo, nunca lo fue y nunca lo será. Como es la raíz, así es la savia, el tallo, las ramas, las hojas y el fruto, todo igual que la raíz.

Entonces, ¿quiénes son estos “padres de la iglesia”? Ellos son hombres por quienes Cristo murió -podemos estar seguros- porque Él murió por todos; sin embargo, ellos no son los padres de la Iglesia con “I”, los que fueron el fundamento de la Verdadera Iglesia, el Cuerpo de Cristo.

El asunto es así: los profetas y los apóstoles de la Biblia son los padres de la Iglesia, mientras que los que listamos arriba son los padres de la iglesia con “i” minúscula. Sólo hay dos iglesias en este mundo, la falsa y la Verdadera. La iglesia falsa es de este mundo, mientras que la Iglesia Verdadera es la Nueva Jerusalén que desciende del Cielo, compuesta por los verdaderos santos de Dios.

La iglesia falsa tiene membrecía terrenal de hombres carnales, mientras que la Iglesia Celestial está formada por aquellos que han nacido de nuevo por el Espíritu de Dios, miembros en particular del Cuerpo de Cristo, con Jesucristo como Cabeza y Piedra Angular.

Siendo justos con estos hombres que hemos listado, debe haber una calificación: Es posible que no todos hayan estado involucrados en la iglesia terrenal, carnal y falsa, así como tampoco Pedro fue el primer obispo y papa de Roma. Debemos considerar que a estos hombres puede dárseles el crédito (o culparse) por, e incluirse en, cosas con las que ellos tuvieron poco o nada que ver. Sin embargo, está claro que algunos de esta lista, como Agustín, no eran hombres de Dios en lo absoluto.

Aquí tenemos otra verdadera marca de lo que es una secta a los ojos de Dios. Aun cuando a los verdaderos creyentes en Cristo se les señala como sectas por parte del cristianismo nominal, las sectas son más bien los que tienen estas marcas. Sus obras, aunque hechas en Nombre de Jesucristo, no son de Dios sino de ellos mismos y del maligno.

Si hablamos del Cuerpo de Cristo, la Verdadera Iglesia, entonces ¿quiénes son los padres? La Biblia es clara en eso:

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.” (Efesios 2: 19-22)

Con Jesucristo como Piedra Angular, los apóstoles y profetas son el fundamento del Cuerpo de Cristo, la Iglesia de Dios.

Por lo tanto, que conste que los usualmente mencionados padres de la iglesia no hicieron nada para establecer la Verdadera Iglesia de Jesucristo, aun si hubiesen sido hijos de Dios.

¿Y qué hay de los Reformadores?

Podemos estar muy agradecidos con Dios que la tiranía de la Iglesia Romana sobre el mundo occidental fue rota en la Edad Media por aquellos que se levantaron en contra del papado. Nótese, sin embargo, que aquellos hombres conocidos como prominentes reformadores, en primer lugar Martín Lutero y Juan Calvino, fueron reformadores, pero de la falsa iglesia, la obra de manos de hombres. Ellos no fueron reformadores de la Verdadera Iglesia, el Cuerpo de Cristo, la cual sólo Dios puede reformar (si es necesario), porque Su Iglesia es SU obra y no la del hombre.

En verdad, estos hombres son primordialmente católicos en doctrina, espíritu y práctica. No son hombres de Dios. Lea más en:

The Fruit of Cain Multiplied: The Murderer John Calvin

Luther’s Legacy – Unleashing the Man of Sin

NEGAR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Los dones del Espíritu Santo se mencionan en Romanos 12 y en I Corintios 12, así como se ven en acción en las vidas de todos los santos y profetas a través del Viejo y del Nuevo Testamento. Los que niegan que los dones del Espíritu Santo tengan validez hoy en día, niegan al Mismo Espíritu Santo, Quien es el mismo Señor Jesucristo y Dios.

Todos los dones estuvieron presentes y activos en la vida del Señor y en la de todos los que siguieron después de Él. No hay base Bíblica o espiritual para creer o enseñar que los dones ya no existan y que, por lo tanto, cualquier don que se manifieste hoy sea “del diablo”. Los que condenan los dones legítimos (también hay falsos) blasfeman contra el Espíritu Santo, y para eso, no hay perdón ni en este mundo ni en el venidero.

NEGAR QUE LOS CREYENTES OYEN LA VOZ DE DIOS

La mayoría de las sectas no creen que cada uno de los creyentes pueda oír la Voz de Dios, personal y directa. Eso es porque no conocen al Gran Pastor y Él no los conoce a ellos. Ellos oyen y siguen la voz de un extraño, pues ellos mismos son extraños a la Voz de Dios. El argumento común es que hoy tenemos la Biblia completa y entonces ya no necesitamos los dones para oír la Voz de Dios. El Instituto de Investigación Cristiana (CRI -siglas en inglés) es una de esas sectas, gente que no tienen nada de Dios en absoluto, excepto la ira de Él sobre ellos.

Las sectas que niegan que se pueda oír la voz de Dios a menudo dicen creer en la Biblia y predicar sólo lo que está en la Biblia. Sin embargo, nosotros hemos demostrado cómo CRI, por ejemplo, asegura cosas que no son más que opiniones, sin ninguna base Bíblica. De verdad, ellos condenan al Señor Jesucristo y a los que son Suyos. Que alguien me diga en qué parte de la Biblia dice que oír la Voz de Dios, además de por la lectura de la Biblia, no es para este tiempo. La Biblia misma es un conjunto de registros de Dios hablándole a cada uno de los creyentes. ¡Qué ridículo hacer tal negación y decir que se predica sólo y nada más que de la Biblia como “la fuente final de autoridad”! Estos son mentirosos e hipócritas, cuya condenación no tardará más de lo justo. De ellos está escrito:

“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3:2-5)

Allí las tienen. Estas son las principales y más obvias marcas de un culto o secta. Hay muchos otros errores y falsas doctrinas que podrían servir de marcas, pero muchas de esas entrarían en el terreno de la opinión y del debate. Tampoco es cierto que los verdaderos creyentes hayan aprendido todas las doctrinas correctas o que o se hayan desecho de todas las falsas de una sola vez. Nuestro propósito aquí ha sido contrastar las enseñanzas y prácticas de las sectas con los claros ejemplos y enseñanzas del Señor Jesucristo y de la Biblia en contexto completo. Que los que nieguen estas cosas sigan por su camino y sufran de acuerdo a estas palabras de Juan:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” (Apocalipsis 22:18-19)

¿QUIÉN PERSIGUE A QUIÉN?

Los hijos de Dios nunca persiguieron a nadie, pero ellos sí siempre han sido perseguidos de una u otra manera. Los de las sectas, por lo general, de acuerdo a nuestra definición, rara vez son despreciados o marginados por la sociedad. Ellos van con la corriente del mundo. Son aceptados, reconocidos, tolerados, respetados, alabados y tomados en cuenta en muchos aspectos. Eso sucede porque ellos SON el mundo, en lo religioso y en lo demás. Sin embargo, los de las sectas a menudo participan en la persecución de los justos. Ellos aborrecen a los verdaderos creyentes, aun si lo hacen con amabilidad, porque los verdaderos creyentes son un testimonio en contra de ellos, de su mundanalidad y de su hipocresía.

Aunque Jesús habló en contra de sectas como las de los fariseos y saduceos, Él y sus seguidores no persiguieron a nadie por errores o diferencias religiosas. Nunca se les cruzó por la mente y, si acaso lo hicieron, Jesús a tiempo condenó tal pensamiento. “Si te golpean en una mejía, pon tu otra mejía,” les dijo Él. Jesús reprendió a los que sugirieron hacer bajar fuego del cielo sobre los incrédulos que no los recibían a ellos. Si Sus seguidores eran rechazados, Él les instruyó que se volvieran y fueran a otro lugar. A los que sacaron espada, Él les declaró, “Los que viven por la espada, mueren por la espada.” Se sabe que algunas sectas prominentes han perseguido hasta la muerte, matando a varios miles. La historia no guarda secreto sobre el hecho de que la Iglesia Católica, los calvinistas, los luteranos, la iglesia de Inglaterra y otros tienen mucha sangre en sus manos.

Nota: Aunque reconozco que a través de toda la historia también ha habido sectas que han sido perseguidas, tendríamos que esforzarnos mucho para encontrar que un verdadero creyente persiga a alguien. No conozco ningún ejemplo, ni en la Biblia ni en la historia ni en lo personal.

Lea The Persecutors and the Persecuted.

Para cerrar estas verdaderas marcas de una secta, aquí están algunas Escrituras para aquellos que desean adorar a Dios en espíritu y en verdad:

“¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios y ellos serán Mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y Yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros Me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” (2 Corintios 6:16-18)

Y: “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando Su vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.” (Hebreos 13:12-14)

Nosotros sabemos desde qué plataforma hablamos. Me gustaría cerrar con estas palabras del amado apóstol Juan:

“Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye.” (1 Juan 4:6)

Este es el artículo de CRI (Instituto de Investigación Cristiana), el cual Paul comenta punto por punto.

CRI: Una de las experiencias más devastadoras que uno puede enfrentar es que un ser querido esté involucrado en una secta.

Paul: Entonces, si una familia se siente devastada, ¿debemos concluir que es porque uno de sus seres queridos está en una secta? Jesús, Quien vino a hacer el bien (y lo hizo) dijo que Él había venido a traer “experiencias devastadoras” a las familias. Él declaró:

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.” (Mateo 10:34-36)

Es claro que Jesucristo no sólo habló de que los seres amados se dividirían, sino que también declaró que Él mismo era el responsable directo de esa división. Por lo tanto, según la alarma que se hace sonar aquí, Él sería el primer sospechoso de ser una secta.

Más aun, tenemos evidencias de que la misma familia de Jesús se turbó cuando Él empezó a hablar de Dios públicamente. Básicamente, ellos decían: “Está fuera de Sí.” (Marcos 3:21) Fueron a ver si podían hablar con Él mientras las multitudes Le seguían.

¿Acaso pudo Su familia aliviar la preocupación de que Él estuviera en alguna secta? No pudieron, en tanto que Jesús continuó enfocado en Su llamado y misión celestial en Jerusalén. A quienes le informaron que Su familia estaba afuera queriendo verle, Él les respondió:

“Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y Mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.” (Lucas 8:21)

Esto ocurrió en una familia donde la mamá era creyente, o al menos tenía una medida de fe. ¿Qué se imagina usted que podría pasar con las familias que no tienen fe en cuanto a que un hijo o hija se vuelva un seguidor (a) de Dios? ¿Cómo podrían no sentirse devastados? Jesús no advirtió sobre estas cosas en vano. ¿Por qué no puede reconocer o admitir esto el autor del artículo en cuestión siendo él un cristiano profesante? No es por otra razón sino porque él mismo no ha experimentado la realidad de las palabras de Jesús, aunque él presume de mostrarles el camino a otros.

CRI: ¿Cuáles son algunas formas en que podemos saber que cierto grupo es en realidad una secta?

Paul: “Si tu ojo no es limpio,” dijo Jesús, “cuán grandes son tus tinieblas.” (Mt 6:22-23) Si este es el caso, ¿cómo puede uno ver algo? Aún si nosotros le diéramos la descripción más clara y apropiada para discernir qué es y qué no es una secta (lo cual hacemos aquí) ¿Nos creería usted? Acaso ¿no es esto un asunto primordialmente del corazón, el cual es el lugar donde se recibe o se rechaza la luz?

CRI: El diablo siempre se esconde tras una máscara, y rara vez lleva una identificación, si esta declaración es cierta, es de suma importancia que podamos discernir una secta cuando la vemos.

Paul: Ciertamente que el diablo sí usa “tarjetas de identidad”; de hecho, muchas, todas falsas y blasfemas. Sólo la luz de Dios puede exponerlo, sin embargo, si tu ojo no es limpio, ¿cómo podrás ver?

“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” (2 Corintios 4:3-4)

A menos que seamos hijo de Obediencia, el diablo nos gobierna, sea que lo discernamos o no.

“En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” (Efesios 2:2)

CRI: La primera marca de una secta es que manipulan las Escrituras.

Paul: Esta declaración depende totalmente de quien lo dice. De los muchos grupos de este mundo que profesan creer en Cristo, ¿cuántos están de acuerdo con las Escrituras? Más bien, por sus doctrinas conflictivas, ¿no pasan las muchas religiones de este mundo acusándose unos a otros de manipular las Escrituras, sea abiertamente o por implicación? Entonces la pregunta es, ¿quién pone el estándar para la verdad? ¿Quién dice las cosas como son, quien manipula?

Muchos, como el autor de este artículo sobre las sectas, dicen que la Biblia es la autoridad última. Si ese fuera el caso, ¿cómo podremos decidir entre las interpretaciones de la Biblia que dan los muchos grupos religiosos de este mundo? Verdaderamente, la única forma en que podemos saber es por Dios Mismo. Él es el Autor. Él es el Espíritu de la verdad. Él es la luz, ¡Qué necedad pensar que podemos saber algo con sólo la Biblia o lo que los hombres interpretan que ella dice! Jesucristo dijo “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.” Si usted Lo conoce, usted oirá Su voz y sabrá lo que Él dice en la Biblia. También podrá reconocer a aquellos que hablan Sus palabras y a quiénes no. Esto será así aunque tanto los verdaderos como los falsos declaran que la Biblia es la palabra inspirada por Dios.

CRI: Tuercen la Biblia para acomodarla a la interpretación del líder del grupo.

Paul: Jesús dio Su interpretación de las Escrituras. ¿Torció algo Él? A menudo decía “Escrito está”…. Y explicaba la intención y el significado y el cumplimiento de la Palabra de Dios ¿Estaba errado Él? Muchos decían que sí, hasta Lo acusaban de blasfemia y buscaban matarlo, lo cual hicieron al final, por predeterminación de Dios.

Muchos dirán que Jesús tenía el derecho de interpretar la Escritura porque era el Hijo de Dios. Sí lo era, pero también era el Hijo del Hombre. Él les decía a Sus seguidores que Dios los enviaría a ellos igual que como lo envió a Él. Al ser enviados, ellos también entenderían y enseñarían las Escrituras por el mismo Espíritu.

Esto es lo que decía Pablo, uno de los que Dios envió, acerca de sus enseñanzas de las Escrituras y de Cristo.

“Esto enseña y exhorta. Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.” (1 Timoteo 6:3-5)

¿Cómo podría uno saber o reconocer que Pablo tenía autoridad para decir estas cosas? ¿Quién era él para decir que él no estaba torciendo las cosas? Muchos le acusaron precisamente de eso. Muchos de los que hoy profesan creer en Cristo aún lo acusan. Otros que dicen creer, simplemente tuercen lo que Pablo decía, como escribió Pedro:

“…como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.” (2 Pedro 3:16)

Los que torcían la escritura de hecho estaban culpando a Dios, aunque declaraban que estaban de acuerdo con Él. Lo mismo ocurre hoy en día. Entonces, ¿cómo se sabe quién está haciendo qué cosa? Si un Apóstol a quien Dios le dio revelación personal y directa fue cuestionado en gran medida en sus días, y no le creían ni los que profesaban tener fe, ¿cómo sabe usted que usted se pondría de acuerdo con Pablo si él estuviera aquí hoy? ¿Cómo sabe que usted sí vería y recibiría a Cristo?

Todos pueden (y muchos lo hacen) decir que ellos reconocen la autoridad de las Escrituras y que sólo enseñan lo que está en la Biblia. ¿A cuántos ha escuchado usted decir con orgullo que ellos enseñan error? Los que son atraídos por Dios, podrán reconocer a los que son Suyos, a quienes hablan la verdad y a quienes no son Suyos ni hablan la verdad.

“Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.” (I Juan 4:6)

CRI: Las interpretaciones privadas son prohibidas porque el líder de la Secta es el único, por supuesto, que puede entender la voz de Dios apropiadamente.

Paul: En los días de Jesús, los religiosos lo acusaron a Él y a sus seguidores precisamente de esto. Ellos decían:

“¿Acaso alguno de los principales (concilio religioso y sacerdotes) o de los fariseos (creyentes sólo en su propia interpretación de la Escrituras) ha creído en Él? Pero esta multitud que no conoce la ley (la Escritura según su interpretación) está bajo maldición.” (Juan 7:48-49)

La interpretación y la comprensión apropiadas son necesarias. La única pregunta es: “¿Cuál interpretación están siguiendo los hombres?” Lo que pasó el día de Pentecostés , Pedro lo interpretó de acuerdo con las Escrituras citando al Profeta Joel (Hechos 2) Poco después de este evento, Pedro y Juan milagrosamente sanaron a un hombre, lo cual Pedro atribuyó a Jesucristo interpretando lo que había ocurrido citando a Moisés (Hechos 3). Como él estaba predicando en Cristo la resurrección de los muertos, los Saduceos -quienes no interpretaban la Escritura como que ésta apoya la resurrección– estaban muy molestos y, junto con los sacerdotes, pusieron a los apóstoles bajo custodia (Hechos 4).

Al siguiente día, trajeron a Pedro ante el concilio y él declaró que la sanidad del hombre había sido hecha en el Nombre de Señor Jesucristo, a Quien los que estaban presentes habían rechazado, como lo interpretó Pedro de acuerdo al Salmo 118 que dice: “La Piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza de Ángulo.”

En todas estas cosas vemos que las interpretaciones de las Escrituras son dadas y rechazadas por los que están en el poder (autoridad religiosas), porque la verdad los condena en sus propias interpretaciones de las palabras de Dios, habladas por sus siervos. Ellos son mentirosos e hipócritas.

Los mismos que se oponían a Cristo, después de oír las respuestas del apóstol, hicieron la siguiente observación:

“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.” (Hechos 4:13)

Los Apóstoles no eran educados guardianes de las enseñanzas ortodoxas de la religión, sino que eran vistos como “hombres sin educación ni doctrina”. Su aprendizaje y entendimiento se atribuía al hecho de haber estado con Jesús. La verdad es que no sólo habían estado con Él, sino que Él estaba con ellos, lo cual consta por el milagro que habían hecho y por su comprensión de las Escrituras. Jesucristo es el Poder de Dios, y es Él quien nos muestra la verdad, no la educación religiosa ortodoxa.

La interpretación de las Escrituras verdaderamente no es un asunto privado como Pedro también escribió.

“Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2P. 1:20-21)

Entonces, ¿cómo es que es aceptable que grupos de cualquier nombre, sea de esta o esa “iglesia de Dios” o el concilio judío en los tiempos de Cristo, presuman interpretar las Escrituras privadamente? Después de todo, si ellos están en contra de Cristo y de Sus hermanos, son ellos – y no Él -, los que son culpables de interpretación privada. El testimonio de Cristo es el espíritu de la profecía (Ap. 19:10). No hay otro entendimiento aceptable, ni ayer ni hoy, ni mañana. Entonces, ¿quiénes son una secta?

Jesús, Pablo, Pedro y todos aquellos a quienes se les ha concedido hablar la Palabra de Dios desde tiempos inmemoriales han sido acusados de tomarse mucho crédito o poder para sí mismos. Algunos de los que Moisés y Aarón sacaron de Egipto, le dijeron a Moisés:

“¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?” (Núm. 16:13)

Ellos acusaron a Moisés de ser el líder de una secta. Nada ha cambiado y como lo dijo Salomón, no hay nada nuevo debajo del sol.

CRI: Sus enseñanzas distorsionan las declaraciones históricas y ortodoxas del Cristianismo.

Paul: ¿Y qué de eso? ¿Quién puede decir si esto es malo o es bueno? Escuche lo que Jesús dijo de los ortodoxos de sus días.

“Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué Tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo Él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios Me honra, mas su corazón está lejos de Mí. Pues en vano Me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.” (Marcos 7:1-13)

Oiga lo que los ortodoxos decía de Pablo:

“¡Varones israelitas, ayudad! Éste es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar.” (Hechos 21:28)

¿Debemos defender la doctrina ortodoxa o identificarnos con Cristo?

CRI: Segundo, muchas veces las sectas manipula la mente de las personas.

Paul: Es difícil ser acusado de mayor manipulación mental que cuando se le hace creer a alguien que uno va a resucitar de entre los muertos. Los religiosos acusaron a Jesús de mentir en este sentido:

“Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.” (Mateo 27:62-63)

[Nota: Es interesante señalar que si esto fuera manipulación mental, el Señor habría fracasado totalmente. Sus discípulos no pudieron entender o recordar lo que Él decía en cuanto a que iba a resucitar. ¡Fueron Sus enemigos lo que recordaron esto! Jesús no manipuló la mente de Sus seguidores. Él los cambió para que ellos tuvieran Su misma forma de fe.]

A Pablo también lo acusaron de manipulación:

“Éste persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley.” (Hechos 18:13)

Ser acusado de estas cosas bien podría ser una indicación del Testimonio de Dios bajo ataque por el poder de las tinieblas, puesto que en realidad es el poder de las tinieblas bajo ataque por el poder de Dios.

Y además, si honestamente consideramos quién es culpable de cualquier tipo de manipulación mental, ¿quién no sería hallado culpable? Los padres, los hijos, los cónyuges, los medios, los comerciales, los mercaderes, los comunistas, los demócratas, los republicanos, los maestros, los doctores, los abogados, los religiosos; quienes usted nombre, todos lo hacen.

CRI: Hay poco interés en el pensamiento y desarrollo del individuo.

Paul: Yo quisiera preguntarle a este autor, ¿cómo es que alimentar al lector con criterios tan vagos e imprecisos como los suyos promueve un cuidadoso desarrollo del alma? A menos que sea por el hecho de que el lector es provocado a cuestionar lo desabrido de estas declaraciones. ¿Cómo es que alguien captará que se está mostrando tal interés? Y ¡qué presuntuoso es para los hombres jactarse de que en realidad se interesan en los demás! Aquí está lo que Dios dice sobre cuánto los hombres se interesan por los demás:

“Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y Yo la perdonaré. Aunque digan: Vive el SEÑOR, juran falsamente.” (Jeremías 5:1-2)

“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de Mí, a favor de la tierra, para que Yo no la destruyese; y no lo hallé.” (Ezequiel 22:30)

Cuando alguien de verdad se interesa, lo cual es sólo por la gracia de Dios en Cristo, a menudo ni se discierne ni se aprecia, ni siquiera por quienes deberían saberlo. Pablo les escribió a los Corintios, quienes creían en Cristo:

“Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.” (2 Corintios 12:15)

Esto es así porque los hombres, por naturaleza, se aman más a sí mismos que a Dios. Jesús dijo:

“Yo he venido en Nombre de Mi Padre, y no Me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene únicamente de Dios?” (Juan 5:43-44)

Los hombres son propensos, aun cuando están viendo la verdad, a irse tras lo falso. A menos que el Señor nos hubiese dejado descendencia, dice Isaías, todos seríamos como Sodoma y Gomorra. No es la verdad lo que predomina en este mundo, sino la falsedad. Otra vez, Pablo escribe a los Corintios:

“Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” (2 Corintios 11:4)

Lo que quiero señalar aquí es que los que se interesan en los demás, según la definición de Dios, son muy raros y pocos les creen. Si -de acuerdo con lo que el CRI ha declarado- no mostrar un interés puro en el desarrollo del individuo es una señal de ser una secta (lo cual no discutimos), entonces, ¿quién no es una secta?

“…pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.” (Filipenses 2:20-21)

CRI: Usualmente se desmotiva la educación mientras el convertido es bombardeado con la doctrina de la secta y su literatura.

Paul: Entonces, ¿de qué se tratan los seminarios? ¿Qué de los cultos o servicios religiosos? ¿Qué del CRI? ¿Qué hacen sino bombardear a sus miembros con su doctrina y literatura? ¿Promueven ellos la educación alternativa, especialmente, la que Dios enseña?

Sin duda, ésta es otra acusación que puede ser y ha sido hecha a la auténtica Iglesia, la cual está formada por los seguidores de Cristo, Quien es la Cabeza. Si un hombre es tomado por Dios necesariamente rechazará las enseñanzas religiosas de los hombres. El apóstol Pablo dijo lo siguiente sobre su vida y antecedentes religiosos, los cuales lo llevaron a perseguir al Señor y a Su Iglesia:

“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.” (Filipenses 3:8)

¿Cree usted que Pablo animaba a los seguidores de Cristo a que fueran a un “seminario”?

Aquí él describe la brecha entre los dos tipos de educación:

“Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (1 Corintios 2: 13-14)

CRI: Se llama a los miembros a dejar o a descuidar a sus familias y estilos de vida pasados a cambio de uno nuevo.

Paul: “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de Mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, Le siguieron.” (Mateo 4:18-20)

Luego Jesús pasó por donde Santiago Y Juan trabajaban y los llamó.

Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, Le siguieron.” (Mateo 4:22)

“Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, Le siguió.” (Marcos 2:14)

Pedro le dijo a Jesús: “lo hemos dejado todo y Te hemos seguido.” Jesús respondió y les dijo:

“Respondió Jesús y dijo: “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de Mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.” (Marcos 10: 29-30)

CRI: Una tercera marca es la manipulación del tiempo. Como la salvación viene exclusivamente de las enseñanzas del grupo, en muchas sectas los miembros pasan casi todo el tiempo trabajando para su organización. La familia, la escuela, el tiempo libre, el sueño y hasta la comida normalmente pierden importancia.

Paul: “Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.” (Marcos 6:31)

Pablo escribió sobre Epafrodito, un miembro de una “secta”:

“Porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí.” (Filipenses 2:30)

Aparentemente, Pablo practicaba la privación del sueño con los miembros de su “secta”:

“Y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió.” (Hechos 20:9-11)

Por lo menos, Pablo no esperaba más de otros que lo que él mismo hacía. ¿Quién le ganaría en sus credenciales de ser el más fanático miembro de una “secta”?

“¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez….” (2 Corintios 11:23-27)

Pablo hasta llegó a decir: “Sed imitadores de mí, como yo de Cristo.” (1 Corintios 11:1)

Usted que se llama “cristiano”: Si usted sigue la corriente de este mundo, usted tiene intereses más importantes que posibles sectas de excéntricos fanáticos. Usted debería preguntarse por qué nadie anda hablando del fanatismo suyo.

“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.” (Apocalipsis 3:16)

CRI: Finalmente, los cultos típicamente manipulan la realidad.

Paul: ¿Qué significa realmente esta declaración? No estoy seguro. Pero si asumimos que es un intento de subvertir o de negar la verdad, entonces ¿quién no manipula la realidad, o trata de hacerlo (puesto que no se puede cambiar la realidad)? Muéstreme a alguien que no trate de hacerlo y yo declararé que esa persona es un verdadero cristiano. Sólo los que están en Cristo pueden conocer y aceptar la realidad. El mundo, que está bajo el maligno, no puede hacerlo.

CRI: Manejan una mentalidad excluyente de “nosotros” –“ellos” en la cual la sociedad y los viejos asociados están contra ellos. Cualquiera fuera de su grupo es sospechoso.

Paul: Y ¿qué tal si es cierto que cualquiera fuera de ellos es sospechoso? En los días de Su carne, Jesús no se confiaba de nadie, ni de adentro ni de afuera. Dios mismo dijo que todo hombre es mentiroso. Aquí está lo que dijo el Hijo del Hombre:

“El que no es Conmigo, contra Mí es; y el que Conmigo no recoge, desparrama.” (Mateo 12:30)

“Pero ahora procuráis matarme a Mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.” (Juan 8:40)

“¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme? Respondió la multitud y dijo: Demonio tienes; ¿quién procura matarte?” (Juan 7:19-20)

¡A Jesús lo acusaban de paranoico!

Pero Él no se confiaba de los hombres porque sabía lo que había en el corazón de ellos. Ellos mismos no sabían qué tenían dentro, pero él sí lo sabía. Los sospechosos son más bien los que confían en los hombres y en sí mismos.

“Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie Le diese testimonio del hombre, pues Él sabía lo que había en el hombre.” (Juan 2:23-25)

Pablo decía lo siguiente, lo cual –según la declaración del CRI- también podría considerarse paranoico y cultista:

“Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.” (2 Timoteo 4:14-16)

Y Juan, el discípulo amado del Señor, también dijo cosas que lo condenarían según la descripción que se da aquí de qué es una secta.

“Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.” (3 Juan 1:9-11)

Y:

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” (1 Juan 2:15-16)

Por virtud de una nueva naturaleza, habrá división. Si alguno está en Cristo, declaran las Escrituras, nueva criatura es y las cosas viejas pasaron. Como hijo de Dios y de la Luz, él no puede volver a las tinieblas. Pero las tinieblas nunca podrán comprender a la luz, así que levantarán acusaciones contra las cosas hechas en la luz, tal como lo hemos visto en estos ejemplos de las Escrituras. Así fue como el Señor de la gloria terminó en una cruz.

CRI: Si un grupo religiosos muestra una o más de las marcas que hemos mencionado, ese grupo bien puede considerarse un culto.

Paul: Entonces, de acuerdo al autor de ese artículo, quien tipifica lo que muchos dicen sobre este asunto, el Señor Jesucristo y Su Iglesia son la muestra “A” de un culto o secta por virtud de la forma profunda en cómo ellos se identifican con todos esos criterios.

CRI: Jesucristo dijo que en los últimos días se levantarían muchos falsos profetas y engañarían a muchos (Mateo 24:11, 24).

Paul: Muchos serían engañados, aun los escogidos, si fuere posible. Jesús también se preguntó, retóricamente, si Él encontraría fe en la tierra al volver. Él urgió a Sus seguidores a esforzarse por entrar y dijo que pocos lo lograrían. Él dijo que en los últimos días sería como en los días de Noé (donde sólo 8 fueron salvos). Entonces ¿quiénes podrían ser esos “muchos falsos profetas”?

CRI: Para evitar el engaño de las sectas, debemos estar arraigados en las enseñanzas de la fe cristiana histórica y recibir a Jesucristo, Dios Hijo, segunda persona de la Trinidad, como Señor de nuestras vidas.

Paul: Esas raíces de que se habla aquí son las doctrinas y tradiciones de los hombres, no de Dios. La “Trinidad” es una explicación de Dios pagana, concebida por el hombre y la cual niega el testimonio de las Escrituras dado a los hombres de que hay un solo Dios, no tres dioses en uno. Jesucristo es Dios. Cuando Dios le habla a usted, no es necesario ponerse a adivinar “cuál de ellos” está hablando. Sólo hay Uno.

Así que ¿quiénes están engañados y engañando?

CRI: En cuanto a las marcas de un culto, ésta es la perspectiva de CRI. Soy Hank Hannegraaff.

Paul: CRI son las siglas en inglés para el “Instituto de Investigación Cristiana.” ¡Qué engañosas que son las apariencias a las que los hombres aspiran cundo se ponen nombres tan pretenciosos y oficiosos! ¡Qué dolor para Dios que los hombres alardeen de esta manera! La familia del autor de este artículo debe estar orgullosa de él como predicador, porque lo suyo es una obra de la carne. La razón por qué la familia de Jesús no estaba orgullosa de Él, sino preocupados por Su salud mental, fue porque Su obra era del Espíritu. Las obras de la carne son aceptables para el hombre, puesto que promueven la justicia del hombre. Las obras del Espíritu no son aceptables porque niegan cualquier tipo de justicia en el hombre. Así es como funciona en la verdad y en la realidad. ¿Quién podrá enfrentar o aceptar eso?

Antes de la caída está la soberbia. Tengan cuidado todos.

Que el lector preste atención al hecho de que con tres de las cuatro marcas de una secta que sugiere Hank Hanegraaff, él dio su opinión, sin base escritural para la misma; y esto es de un hombre que predica que la Biblia es la “autoridad final.” Por el contrario, como lo hemos visto, las Escrituras lo contradicen. Los que adoran la Biblia lo hacen para sí mismos. En realidad, los idólatras no tienen respeto por sus ídolos; ellos se adoran a sí mismos.

En cuanto a nosotros, al contender por la fe con tales falsos apóstoles y profetas, decimos con Pablo el apóstol:

“Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas.” (Hechos 24:14)

Contendiendo por la fe una vez dada a los santos,

Víctor Hafichuk y Paul Cohen

Traducido al español por Edwin Romero
Translated into Spanish by Edwin Romero

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