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Doctrina Diabólica: La Navidad es una Celebración Bíblica Cristiana

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Error. Es una celebración, probablemente la más grande y mayormente esparcida que se conozca en el occidente y hasta en todo el mundo; sin embargo, es cualquier cosa menos santa ante Dios y no tiene nada que ver con el Señor Jesucristo, en Cuyo Nombre se celebra. La Navidad nunca tuvo nada que ver con Él, y nunca lo tendrá.

El Espíritu de la Navidad

Usted podría decir: “¿Nunca ha sentido usted el espíritu de la Navidad? ¿Qué tiene de malo? ¿No le hace sentirse bien a usted consigo mismo y con los demás?”

Sin duda, el espíritu de la Navidad lo hace a uno sentir bien, como una seductora hace que uno se sienta bien por un tiempo. Uno se puede sentir muy arriba con el espíritu de la Navidad, pero luego viene el bajón cuando termina el evento. Es una violación rápida, seductora y amigable de nuestras aspiraciones espirituales, mentales, físicas y emocionales.

Parte de la prueba de la falsedad de la Navidad es que la emoción es de corta duración y no cambia sustancialmente a nadie. Algunos pueden ponerse amigables o generosos por uno o dos días, luego ellos vuelven a lo mismo, a un mundo de negocios donde el perro se come al perro y las relaciones se hunden en el egoísmo. No es para nada el espíritu de Cristo el que se siente en Navidad, sino el de un espíritu anti-Cristo falso y seductor. De otra manera, si fuera de Dios, ¿por qué es tan superficial y pasajero?

La única manera en que alguien puede saber de qué estoy hablando es si en verdad ha nacido de nuevo del Espíritu de Dios, en cuyo caso uno es capaz de discernir el bien y el mal. Cuando Cristo viene, Él se establece y se queda cuando permanecemos en Él por la fe 24/7, 365+ días al año. ¿Cómo es que uno sólo puede sentir el espíritu de la Navidad en Navidad? Porque es del lado de las tinieblas, en maravillosa seducción, y no tiene nada que ver con Dios. No se engañe.

A mí también me encantaba la Navidad, y sorprendentemente, sacudirme esa celebración fue una de las cosas más difíciles que me tocó hacer. Es difícil ser el raro en cualquier cosa, especialmente cuando uno queda excluido de una festividad alegre con sus seres queridos habiendo sido criado en eso desde la cuna y habiéndolo disfrutado por muchos años.

¿Una Celebración para Dar?

La gente habla de dar en Navidad, lo cual en la superficie parece virtuoso, y hay una extraordinaria cantidad de regalos a los miembros de la familia, amigos, empleados, socios de negocio y a los pobres (tal vez en ese orden, lo cual dice mucho). Pero la Navidad no se trata de dar, sino de obtener, o tal vez, para ponerlo claramente, de obtener por medio del dar. Es un tiempo de gran egoísmo, satisfacción de la carne, la cual está en enemistad con Dios.

“Juanito, si te portas bien, Santa te traerá un regalo.”

“¡Nosotros les enviamos una tarjeta más bonita que la que nos enviaron ellos, y bien pueden pagarla!”

“¿No es tiempo de que esta vez nos reunamos en la casa de ellos en vez de la nuestra?”

El énfasis es constante e insidiosamente en recibir, lo cual abre la puerta al comercialismo burdo. Después de todo, ¿de qué se trata el comercialismo, si no de alimentar los apetitos carnales de obtener cosas? Y la Navidad es la campeona de las celebraciones consumistas, por medio de la cual muchos vendedores levantan o quiebran sus negocios.

¿Quién es este gran “regalón” – Santa? Él es quien uno quiera que sea… un duende, un mago, alguien con poderes mágicos que es obeso y fuma, o un santo católico, San Nicolás. Como si la iglesia católica supiera lo que es un santo y tuviera la esencia y derecho espiritual para honrarlo. La realidad es que por su misma naturaleza la Iglesia Católica (junto con muchas otras iglesias) persigue y se opone a los verdaderos santos hasta la muerte.

¿La Navidad Menos el Comercialismo = Cristo?

Se dice que la Navidad sería buena si no estuviera tan comercializada. Yo pregunto: “¿Tan comercializada?” ¿Puede una verdadera celebración de Dios tolerar algo de comercialismo? (Considere a Jesús con los cambistas de dinero y vendedores del Templo – Juan 2:14-26.) Si la Navidad está llena de jolgorio y placeres, ¿cómo pueden existir esos vicios sin el comercialismo? Con los hombres, o es la adoración a Dios o a mamón – sólo dos opciones. El comercialismo en el sentido amplio de la palabra es simplemente servir a mamón en cualquier forma que tome.

¿Es Redimible la Navidad?

Oímos el incesante llamado de traer de vuelta a Cristo a la Navidad. El hecho es que Él nunca estuvo en ella. Tratar de meterlo a Él en un festival pagano es abominación a Dios. Había Fiestas solemnes (no parrandas irrestrictas) establecidas en Israel por mandato de Dios – la Pascua, el Pentecostés y los Tabernáculos.

Observada en el primer mes del año, la Fiesta de la Pascua representaba la muerte de Jesús, Su sacrificio por nuestros pecados. En el tercer mes del año, se celebraba la Fiesta de Pentecostés, representando el derramamiento de Su Espíritu, lo cual ocurrió 50 días después de la resurrección de Jesús de entre los muertos. Finalmente, en el mes séptimo, se celebraba la Fiesta de los Tabernáculos, representando nuestra entrada en el reposo y Su manifestación por medio de Su pueblo en la tierra. Todas esas fiestas apuntaban a los grandes eventos del Mesías en la tierra.

No se menciona una celebración de Su nacimiento, y no se dio una fecha, como sucedió con las Fiestas ordenadas por Dios. Considere qué pocos sabían, y estuvieron presentes en, Su nacimiento (Mateo 2 y Lucas 2). ¿No estaría eso sugiriendo que Dios no estaba interesado en que los hombres lo conmemoraran?

¡Qué diferente el evento original de Su nacimiento y la alegada celebración anual del mismo! El mundo pagano religioso ha inventado toda clase de prácticas supersticiosas – el árbol de Navidad y sus adornos, el muérdago, el tronco de Yule, el intercambio de regalos, el envío de tarjetas, las canciones, concursos, asistencia a la iglesia (aun a la media noche), y varias comidas y significados de ellas, etc. – todo en el Nombre de Cristo (“Christmas”).

Si Es de Dios, ¿Cómo Es que el Mundo Ama la Navidad?

Los buscadores de placeres, llámense cristianos o no, se unen inmediatamente. Y los cristianos normales se justifican diciendo: “La motivación es lo que cuenta. Nosotros usamos la ocasión para adorar a Cristo, aunque sea pagana.” Algunos usan las palabras de Pablo como excusa, diciendo que ellos se hacen todas las cosas a todos los hombres para alcanzar a los incrédulos (1 Corintios 9:19-22). Pero Pablo no está hablando de unirse al mundo para ganárselo. La Biblia nunca habla de participar del mundo. Por el contrario, nos advierta contra eso. Usted se une al mundo y usted se pierde, si es que tiene algo que perder para comenzar.

Dios nos manda que salgamos del mundo y que ni toquemos lo inmundo (2 Corintios 6:14-18). Use sus excusas para mantener sus placeres en el Nombre de Jesús, y puede estar seguro que Dios le pedirá cuentas por cada cosita.

“Sólo Dios conoce los corazones,” objetarán ustedes. Sí, Él los conoce, y ustedes no los conocen; por eso Él nos envía a decirles a ustedes, por si acaso ustedes escuchan y son librados.

El Origen del Nombre de la Navidad

El evento mismo es lo suficientemente malo – del mundo, de la carne y del diablo – pero ponerle el Nombre de Cristo sólo añade pecado sobre pecado. La palabra (inglesa) “Christmas” viene de la abominación católica de la Misa… “Misa de Cristo,” donde el sacerdote “ofrece” el cuerpo de Cristo como sacrificio a Dios, luego lo sirve a los feligreses. En efecto, simbólicamente, los que ofician la misa continúan crucificándolo a Él, en forma descarada, pública, presuntuosa, hipócrita, universal y orgullosa.

El elemento central de la misa es de un origen pagano de la adoración a Baal/el dios sol, levantando una galleta para recibir la vida de los rayos del sol. ¡Y ellos le ponen el Nombre de Cristo a eso! ¡Habla de la abominación desoladora que menciona Daniel (Mateo 24:15)! Y todos los protestantes que creen que ellos no son católicos siguen y creen básicamente nada diferente a los católicos aunque no tengan misas (muchos sí las tienen).

La Navidad Es la Celebración del Nacimiento del Anti-Cristo

Este es el colmo, pueblo – la Navidad es la celebración del nacimiento no de Cristo, sino del anti-Cristo. Todo comenzó siglos antes de Cristo con Nimrod, su esposa Semiramis y Támuz, en el solsticio del sol de invierno. Por eso es que la Navidad se celebra el 25 de diciembre, un día con el que ningún escolar Bíblico concuerda que haya sido ni por cerca el nacimiento de Jesucristo. Baal, el dios sol, es el nombre común del anti-Cristo, y él recibe muchos nombres en todas las naciones, razas y culturas. Creo que de esto hablaba Jesús cuando dijo: “Todos los que vinieron antes de Mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso.” (Juan 10:8 NBLH)

Muchos Grupos No Católicos Erran

¿Cómo es que los protestantes y evangélicos, cristianos que predican la Biblia celebran una fiesta pagana católica? Porque la reforma no fue vino nuevo en odres nuevos. Fue una mezcla de nueva sustancia en contenedores viejos, y sustancia vieja en contenedores nuevos. El Señor nos advirtió que ninguna de las dos cosas funcionaría:

“Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque entonces el remiendo al encogerse tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierden el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos.” (Marco 2:21-22 NBLH)

No cabe duda que el poder tiránico de la Iglesia Católica fue disminuido significativamente con la Reforma; podemos estar muy agradecidos con Dios por eso. Pero la tiranía y la confusión permanecen. Todas las obras religiosas organizadas de los hombres ejercen por lo menos una tiranía sutil sobre las almas simples. Los ignorantes y los idólatras están atados por mentiras que afectan el total de sus vidas sea que se den cuenta o no. Y si ellos ven que sus vidas son afectadas, se engañan solos, creyendo que es para bien de ellos.

La confusión radica en el hecho de que todas las iglesias (muchos miles hoy) están allí diciendo, “Somos la Verdadera Iglesia o lo más cercano a ella,” pero en realidad no son diferentes unas de otras en su espíritu, doctrinas y prácticas básicas. Pero la obra de Dios no se mira, no es oficial ni por santos reconocidos, y no es hecha por organizaciones de los hombres llamadas “cristianas.” Los profetas estaban fuera del campamento, Jesús estaba y está fuera del campamento, y es igual con todos los que lo siguen a Él, oyendo Su voz, no la voz de extraños.

Para más sobre la Navidad, lea Ese Diabólico Espíritu de la Navidad. También puede leer Las Dos Babilonias, de Alexander Hislop, una interesante, si no es que chocante, exposición de la Iglesia Católica Romana, la Misteriosa Babilonia la Grande.

Considere la alternativa a esta doctrina: ¿En qué parte de la Biblia se nos manda a celebrar el nacimiento del Señor Jesucristo y eso en una fecha que se conmemora a un dios pagano? ¿No se apartaría usted de algo abominable a Dios y tendría recompensa? ¡Huya de la indulgencia y la idolatría!

 

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