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La Dieta Física del Cristiano

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Ésta no es una enseñanza con énfasis en la comida como por encima de otras cosas, ni siquiera al mismo nivel. Simplemente es para tratar un error entre el pueblo del Señor e instruirles en el camino que deben conducirse en este asunto en particular entre otros.

¿Cómo es que los hombres pueden corromper la comida celestial, pero no pueden corromper la comida terrenal?

El mundo dice: “Come basura; en tanto nosotros te digamos que es comida, parezca comida, se mire buena, sea conveniente, sepa y huela bien, caso cerrado; tú estarás bien.”

El cristiano responde: “Seguro que comeré eso. Tengo al Gran Químico morando dentro de mí; Él me ha creado con un cuerpo maravilloso que puede con lo que le meta y hasta se sana solo… es muy perdonador. Además, no es lo que entra por la boca sino lo que sale lo que contamina al hombre; yo soy espiritual, mi mente está en lo celestial, en las cosas de arriba… no le pongo tanta atención a la comida. El Señor creó todas las cosas bien y nada es de desecharse si se recibe con acción de gracias.”

Díganme, ustedes que creen ser espirituales y sabios, ¿cómo es que los hombres pueden corromper la comida celestial, las Escrituras, y torcerlas para su propia destrucción, trazando la Palabra de la Verdad incorrectamente y así engañando y destruyendo a muchos, pero no pueden hacer lo mismo con la comida terrenal? ¿No han estado sometidos ustedes a doctrinas y enseñanzas falsas en algún tiempo, sufriendo las consecuencias? Seguramente que sí, y si no admiten que así es, entonces todavía están en grandes tinieblas, sin darse cuenta que están sufriendo la muerte en este mismo instante que leen estas palabras. “Mi pueblo perece porque le falta conocimiento.”

El cristiano le cree al mundo, se deleita con el mundo y luego, ay, sufre las consecuencias. Luego él clama al Señor: “¿Por qué murió de cáncer mi hijo, mi padre del corazón, por qué tiene artritis mi mamá, por qué murió un cristiano tan maravilloso que tenía tanta fe… y tan joven? ¿Por qué? ¿No somos Tuyos, Señor? ¿No nos prometiste salud y bendición? ¿Te servimos por nada?”

El Señor sí prometió bendición, sanidad y liberación, siempre que guardemos Sus leyes y actuemos con buen sentido y razón. ¿De dónde sacamos la idea de que podemos vivir ignorante e imprudentemente en cualquier área de nuestra vida delante del Señor? Aunque la Biblia se refiere al cuerpo, alma y espíritu que forman al hombre, esta noción griega de la fragmentación de un individuo en 3 partes, como si fueran separadas, y el tratamiento de cada uno por separado, está destruyendo a muchos creyentes que, hasta cierto punto, en realidad ni creen.

Casi el 100% de lo que se encuentra hoy en día en los estantes de las tiendas convencionales es estiércol, SÍ, ESTIÉRCOL… en algunos casos, literalmente. En muchos casos, peor. Echemos un vistazo a lo que hay y prevalece allí:

1) Están los productos químicos aplicados a lo largo del proceso de la cadena alimentaria, desde los herbicidas, pesticidas y fertilizantes químicos artificiales para el crecimiento y como nutrientes. Entonces a veces tenemos productos químicos letales para acelerar la maduración (como Roundup [un potente herbicida] para el grano); luego, los productos químicos fungicidas y pesticidas para el almacenamiento y el transporte, los productos químicos para mejorar la apariencia y los preservantes para larga duración. Estamos hablando de miles de productos químicos que han demostrado ser perjudiciales individualmente. Nadie sabe lo letales que son en combinación unos con otros. Los fabricantes hacen mercancía de ustedes.

2) El tratamiento de la mayoría de los alimentos elimina gran parte del poco valor nutricional restante. Para compensar, los procesadores agregan “nutrientes” artificiales como vitaminas que carecen del principio de la vida, y muchas veces hacen aún más daño que bien. Ellos hacen mercancía de ustedes.

La salud de la tierra ha sido violada, y ya no puede proporcionar los nutrientes a los alimentos.

3) Casi todas las carnes en el mercado vienen de animales que son alimentados a la fuerza con productos químicamente tratados con hormonas de crecimiento y medicamentos (antibióticos dañinos, por ejemplo), y que los mantienen en ambientes de confinamiento no naturales, alimentados con comida artificial para que crezcan rápido y ganen peso a un bajo costo. Gran parte de la razón por qué tenemos “súper-bacterias” resistentes a cualquier antibiótico conocido es porque hemos estado consumiendo antibióticos en la mayoría de carnes y así fomentando nuevas cepas de bacterias resistentes. Y ¿qué dicen las Escrituras? “El justo tiene misericordia aun de su bestia; mas la piedad de los impíos es crueldad.” Ellos hacen mercancía de ustedes.

4) La homogeneización y pasteurización destruyen más elementos esenciales como las bacterias buenas (junto con las malas) que son necesarias para ayudar a digerir los productos lácteos y otros alimentos. ¿Por qué hay tanta gente con “intolerancia a la lactosa” o alérgica a los productos lácteos? Hay dos razones. Una, porque los productos lácteos no son lo que se supone que sean como Dios los creó y los diseñó originalmente y dos, porque el sistema inmunológico del consumidor se ve comprometido en un período de tiempo por lo que consume y a lo que está expuesto. Ellos hacen mercancía de ustedes.

5) La industria alimentaria ha introducido la irradiación de casi todos los alimentos en los estantes, sin tener que revelar lo que está haciendo, matando a las bacterias buenas junto con las malas, dejando el campo libre para el mal. En otras palabras, su comida puede ser y a menudo es radiactiva. Tampoco es inofensiva como ellos dicen. Ellos ya afirmaron una vez que se podía beber el herbicida 2-4D, que la talidomida era segura, y hoy hay quienes afirman que el Roundup es inofensivo, pero se ha comprobado que los tres son muy perjudiciales. Ellos hacen mercancía de ustedes.

6) A causa de la especulación agresiva en la agricultura, la tierra ha sido despojada de salud y nutrición de modo que incluso si uno cultiva alimentos sin productos químicos, sin revitalización, la tierra ya no puede proporcionar los nutrientes que los alimentos deben tener, y que una vez tuvieron hace muchos años. Hay un artículo en la revista Alive de 1996 en el que se afirmaba que la tierra en general, había perdido gran parte de sus nutrientes minerales. Una nota al pie del artículo dice que ¡el artículo era de 60 años atrás!

Piénselo: Desde entonces hemos tenido un uso intensivo de tierras agrícolas con la ignorante noción de que podíamos hacerlo para siempre sin devolverle a ella nada más que fertilizantes artificiales. Ha sido a penas en los últimos 50 años, desde la Segunda Guerra Mundial, que los gobiernos y empresarios entusiastas han introducido productos químicos en la agricultura y la elaboración de alimentos con el fin de hacer algo con todas las reservas. Se sospecha que más personas han muerto por esto desde la Segunda Guerra Mundial que durante su periodo “visible” de 1939 hasta 1945, y las bajas siguen aumentando. Ellos hacen mercancía de ustedes.

7) Debido a que vivimos en tiempos de la tecnología moderna, el envasado, el transporte y la comercialización corporativa transnacional eficaz, las cosechas se realizan prematuramente para que el producto dure más tiempo, sobreviviendo el envío, almacenamiento y distribución en períodos de tiempo que no son naturales o razonables. Los científicos han descubierto recientemente que las vitaminas y los minerales son solamente una parte de la ecuación y bastante insuficientes sin… FITOQUÍMICOS. Estos son un componente en las frutas y verduras vitales para combatir los radicales libres en nuestros sistemas que causan todo tipo de enfermedades, incluyendo el cáncer. Sin ellos, nuestro sistema inmunológico se ve comprometido.

Los fitoquímicos se encuentran sólo en las frutas y verduras maduradas apropiadamente. Este no es un problema para cosas como la lechuga y las papas, pero cuando se trata de las manzanas, uvas, fresas, para nombrar unos pocos, nos han robado la nutrición esencial. Y, hay que utilizar preservantes para que estos productos se vean bien durante tanto tiempo como sea posible y para evitar que se echen a perder. Se ha descubierto ahora que la madurez de los alimentos frescos es muy importante. ¿Les importa eso a los mercaderes? A unos cuantos.

El hombre ateo, presuntuoso y arrogante piensa superar a Dios en todos los sentidos.

8) Lo más alarmante de todo, como si algo de lo demás no fuera suficiente, la ciencia ha introducido la ingeniería genética de los alimentos, cosas como tomates con genes de peces… cruzando las fronteras de los minerales, vegetales y animales, entremezclando su ADN y produciendo millones de pequeños Frankensteins disfrazados, en nombre de la salud, la ganancia, la producción más eficiente para alimentar a la creciente población del mundo, etc.

Muchos científicos temen que esta intromisión ahora presente y activa con los bloques de construcción y sabiduría de la naturaleza hará que la era química se vea como un picnic de Escuela Dominical. En términos de repercusiones insidiosas, dicen: “¡Ustedes no han visto nada todavía!” Los científicos advierten que si bien la contaminación química puede ser revertida, desencadenar las alteraciones genéticas en el mundo apresura un cambio que tiene un futuro oculto y que no podrá ser revertido. El Señor prohibió mezclas en la cría de animales y el cultivo de los granos a un nivel mucho más simple. ¡Cuánto más a nivel de ADN! Ellos hacen mercancía de ustedes.

El hombre ateo, presuntuoso y arrogante piensa poder superar a Dios en todos los sentidos. Un ejemplo de los frutos del ateísmo y la evolución: Se extrajeron las amígdalas, consideradas inútiles y potencialmente dañinas, como una aberración de la evolución (Dios cometió un error). Hoy en día, están descubriendo que por algo, las amígdalas proporcionan anticuerpos para luchar contra las enfermedades.

9) En la producción comercial, como el procesamiento de pollo en los EE.UU. (y Canadá), usted puede olvidarse del control de calidad, higiene y garantías de la salud. Con gran parte de ese pollo, dice 60 minutos, usted está comiendo literalmente estiércol. Usted también come estiércol en la carne porque hay corrales de engorde desde los años ochenta donde han tomado el estiércol de ganado, lo han disfrazado y escondido en la comida con que alimentan al ganado… todo de manera científica, legal y “sabia.” Dicen que el ganado digiere muy poco de los nutrientes de los alimentos la primera vez, y por eso el reciclaje para obtener más ganancias. ¿Ha probado usted la diferencia entre la carne de vacas criadas en forma natural con alimento sin químicos y la carne que se compra comercialmente? ¡Pruébela! Hacen que usted coma estiércol para hacer mercancía de usted.

Los cristianos aprueban e incluso santifican esa práctica al consumir el producto.

“¿Qué tiene que ver todo esto con los cristianos?” preguntará usted. Sólo que los cristianos están quebrantando cada mandamiento en la Biblia, sólo eso. ¿Cómo? Le diré cómo:

En primer lugar, hay muchos cristianos nominales que irresponsablemente producen alimentos de esta manera, sin haberse puesto a pensarlo nunca. En el proceso, matan los microorganismos necesarios en los suelos; matan tanto a insectos buenos como a los malos; matan a las aves y otros animales; contaminan las fuentes de agua; matan la vida vegetal, se matan a sí mismos, a la gente en el mundo, y finalmente, a sus propios hermanos que inevitable e ignorantemente comen sus productos. ¿No dice que la medida en que uno hace algo al menor de los hermanos del Señor, se Lo hace a Él? ¿No dice que Dios destruirá a los que destruyen la tierra?

En segundo lugar, los cristianos aprueban e incluso santifican esa práctica simplemente al consumir el producto. Con frecuencia lo compran por ignorancia, pero la Biblia es clara en que los pecados de ignorancia también tienen consecuencias, y vemos que afectan nuestra salud, las finanzas, las relaciones, etc. E incluso cuando se les ha dicho, y saben mejor, compran, ya que es más barato que la comida genuina, producida sabia y cuidadosamente. “Se ven lo mismo para mí,” piensan dentro de sí. A menudo, con medios artificiales, ¡se ve mejor!

Los cristianos detestan admitir que tienen un problema con el dinero. Después de todo, ¿cómo pueden admitir que aman las riquezas y aborrecen a Dios y todavía reclamar derecho a Su Nombre sin condenación?

“No es nuestra justicia,” responden ellos. No, ¡y tampoco la Suya!

¿Qué pasa con el trabajo de esclavo utilizado en el mundo para producir este alimento barato como cuando pagan miserables salarios a los mexicanos en California, Florida y Texas, donde se produce gran parte de nuestros alimentos? Esos trabajadores también tienen más cortos ciclos de vida y problemas de salud a causa de las prácticas de producción, uso de productos químicos que son un factor significativo. Ya es bastante malo que un cristiano apoye la opresión de los pueblos, pero me pregunto, ¿cuántos han considerado que los hermanos en Cristo, los actuales o los ordenados para el futuro, están sufriendo esa opresión? Supongo que se podría argumentar que al menos tienen un trabajo el cual estamos apoyando mediante la compra de los frutos de su trabajo.

¿Nos damos cuenta de que al comer lo que el mundo produce hoy, estamos rompiendo todos los mandamientos? ¡Vean! En primer lugar, ¿cómo podemos decir que amamos al Señor con todo nuestro corazón cuando servimos para destruir Su creación incluyéndonos a nosotros mismos? ¿Cómo podemos decir que no tenemos otros dioses delante de Él cuando nos enfocamos en comprar lo barato? Usted dirá: “Pero yo no puedo pagar comida más cara.” ¿No proveerá el Señor si usted hace lo correcto? ¿O es que su Dios sólo es capaz de proveer lo barato? Él está con un presupuesto estricto, ¿verdad? Y usted tendrá que conformarse con veneno porque ¡Él no puede pagar lo que Él ha creado y de lo cual Él puede crear más! ¿Qué dios, en el Nombre del Señor Jesús, está usted sirviendo en todo caso?

¿Qué estamos hacienda al seguir los caminos perniciosos de este mundo?

¿Cómo podemos decir que no tomamos Su Nombre en vano cuando estamos sirviendo al destructor? ¿Cómo santificamos el día Sábado cuando no santificamos los demás días, cualquiera que sea nuestra definición del Sabbat? ¿Cómo honramos a padre y madre, ya sea a nuestro Padre celestial y Madre (la Nueva Jerusalén) cuando nos matamos a nosotros mismos y a nuestros hermanos, o a nuestro padres en este mundo cuando los alimentamos a ellos y a sus seres queridos con un mal físico, directa o indirectamente, sea en el sentido de padres biológicos o de otra clase de padres en toda la creación, como por ejemplo, nuestros ancestros y antiguos santos y hermanos (nuestros padres) que practicaron y enseñaron la manera original de Dios para hacer las cosas?

No es suficiente que seamos neutrales sobre estos asuntos. ¿No se supone que seamos la sal de la tierra, preservándola, y la luz de la humanidad, enseñando mediante palabras y el ejemplo, guiando, dirigiendo? ¿Qué estamos haciendo con seguir los caminos perniciosos de este mundo el cual está en tinieblas, en maldad?

Los cristianos tienen ideas tontas acerca de cómo la comida física entra en la relación de ellos con Dios. En Génesis 1:29, leen que Dios ha declarado toda hierba y a los árboles como alimento. Por lo tanto pueden comer o beber lo que quieran, “siempre y cuando sea santificado por la Palabra de Dios y la oración.” Sin embargo, es evidente que ciertas plantas son venenosas, ya sea por las hojas, bayas o raíces. Si esto no es así, entonces ¿por qué desperdiciar las hojas de papa y de ruibarbo [planta de tallo comestible pero hojas venenosas]?

Y ciertos alimentos no son santificados por la Palabra de Dios (especialmente si uno se refiere a la Biblia, que era el Antiguo Testamento en ese momento), y Dios no honra la oración carnal tonta e ignorante. ¿No cree usted que hay oraciones tontas e ilegítimas? ¡Imagine el caos y problemas si Dios honrara cada oración que saliera de la boca del hombre! Dos ejércitos contrarios oran al mismo Dios por la victoria; dos equipos oran por la victoria; ambos competidores ruegan al Señor Jesucristo por el resultado que sólo uno puede tener. ¿Está Dios obligado por ambas oraciones? Es cierto también que muchos oran a otro Jesús, pensando que oran al Verdadero.

En Génesis 9:3, leemos que cada cosa que se mueve y vive nos fue dada para comer su carne, así que de nuevo, “Dios dijo que podíamos comer cualquier criatura.” ¡Muy bien! Comamos zorrillo para la cena. ¿O qué tal un buen plato de tiernas crías de ratón, o un plato de gusanos? ¿Qué tal unos cuantos tipos de pescado, los que al consumirse, pueden matarlo a uno en un momento? Todos estos se mueven. ¿Ha notado usted dónde es más frecuente el consumo de estos? Es en esas zonas del mundo donde el cristianismo y la Biblia han tenido la menor influencia.

¿Por qué la gente toma la letra y hace lo que le place? Pues para hacer lo que le place. ¿Qué sucede cuando ellos hacen lo que les place? Ellos se destruyen a sí mismos. Luego se preguntan por qué Dios no estuvo allí por ellos.

“Los hijos de la gracia” declaran que Dios les dio el derecho de destruirse a sí mismos.

¡Piense en ello! Hay deberes y prohibiciones sea que nos guste o no. Todo es UNO, no tres. Si bebemos y nos emborrachamos, ¿qué dice Proverbios? Que nuestros estándares morales y restricciones desaparecen (Pr. 23: 29-33). ¿No es físico el alcohol? A pesar de que entra por la boca, contamina. Beba demasiado y también saldrá de la boca y contaminará… no nos engañemos, ya sea directamente en la enfermedad o por las palabras que uno habla cuando está borracho.

El tabaco es un asesino comprobado. ¿Cuántos “amante de Dios” holandeses y cristianos Reformados y luteranos, etc. veo yo fumando o mascando tabaco? ¿Qué hombre en su sano juicio, incluso en el mundo, podría justificar eso? Y muchos hombres en el mundo están tirándolo a la basura, con mayor entendimiento que los “iluminados,” los que “ya no están bajo la ley,” aquellos a quienes “todo les es lícito,” los que, como “hijos de la gracia,” declaran, en efecto, que Dios les ha dado el derecho de destruirse a sí mismos.

¿Qué fue lo que Jesús estaba queriendo decir o de qué estaba hablando cuando Él dijo que no es lo que entra por la boca, sino lo que sale, lo que contamina al hombre? Él estaba refiriéndose a esas personas que dependían de la limpieza externa para la salvación y favor con Dios, los que dependían de las ordenanzas:

“(No toques, no gustes, no manejes todas las cuales habrán de perecer con el uso,) según mandamientos y doctrinas de hombres…. Tales cosas tienen a la verdad cierta apariencia de sabiduría en adoración voluntaria, en humildad, y en duro trato del cuerpo, pero no tienen ningún valor para la satisfacción de la carne.” (Colosenses 2:21-23 RVG)

Los fariseos se lavaban las manos y las tazas y guardaban cientos de leyes carnales meticulosas, en su opinión, necesarias para la salvación. Jesús no se estaba dirigiendo a la ACCCIÓN tanto como a la MOTIVACIÓN. No estoy hablando de la observancia de las leyes para la salvación espiritual, sino del guardar leyes por algo necesario, útil y sensato. Dios nos ha puesto en un mundo físico y nos ha dado mentes para ser ejercitadas en este mundo de acuerdo a leyes de las cuales Él es el Autor, no leyes que los hombres crean para su propia gloria y propósitos egoístas.

¿No es irónico que los que acusan de legalismo a las personas sensatas y respetuosas de la ley son de hecho legalistas ellos mismos en que juzgan al Señor y Sus palabras como si Él se estaba refiriendo a las acciones y no a las motivaciones? ¿No están tomando la letra, interpretándola carnalmente y aplicándola a su propia destrucción mientras condenan a otros que entienden y que viven con sabiduría para el beneficio de todos? ¿No están juzgando según las apariencias? Pero los transgresores siempre se contradicen a sí mismos, sirviendo a sus propios vientres, encontrando maneras de comer lo que quieran y/o usando excusas en lugar de una conducta responsable en nombre de ser libres en el Señor. Estos son los destructores que destruyen tanto la tierra como a sí mismos y Dios los destruirá a ellos.

¿Estoy abogando por leyes, por el castigo con el que sufrimos la ira de Dios o la destrucción si nos salimos tan solo un pelo de la raya? No. En ocasiones, yo he comido todas esas cosas que no se deben comer. A veces yo no debí haberlo hecho, pero muchas de esas veces que lo hice, no importó. No es que yo coma para la salvación de mi alma ni para la perfección de mi ser físico el cual perece a diario, sino por el principio de hacer generalmente lo que es correcto y sensato sobre todo.

Si usted desestima las Leyes de Dios voluntariamente, usted sufrirá los frutos de la iniquidad.

Sigamos: El café, debido a la forma en que se cultiva, cosecha y procesa hoy en día, es tóxico, como tantas cosas que de otra manera serían buenas. A menos que usted beba el café cultivado y procesado de manera orgánica, usted está sin duda envenenándose a sí mismo. Me dicen que el café tiene varias cosas buenas a su favor, que es inusualmente alto en antioxidantes, por ejemplo. Sin embargo, todo el café, o eso me han dicho, ya sea orgánico o no, puede ser adictivo. Tomado en cantidades desproporcionadas sin una nutrición adecuada, como lo hacen muchos adictos, puede agotar los elementos necesarios de nuestro cuerpo, haciendo mucho daño.

Yo les digo que Dios no hace acepción de personas, con la advertencia de que si usted Lo tienta a Él y camina deliberadamente ignorando o irrespetando Sus Leyes a voluntad, usted sufrirá los frutos de la incredulidad, los de la iniquidad. De hecho, usted sufrirá más porque usted, gran iluminado, debería saberlo mejor. ¿No dijo Él, “No tentarás al Señor tu Dios”? Y ¿a quiénes les hizo Jesús esa declaración sino a los mismos que buscan destruirlo a usted persuadiéndolo a tentar a Dios?

Siga adelante, ignore la ley de gravedad, las tormentas de granizo, los tornados, las quemaduras solares; no se moleste con ropa de abrigo en invierno a 0 grados; beba agua hirviendo; juegue en el tráfico. El Señor cuidará de usted. Aplique su razonamiento a los alimentos, confíe en el hombre para hacer las cosas bien, y Dios hará caso omiso de eso también.

Pero la adicción en sí misma, sin implicaciones espirituales, ya es bastante consecuencia. “Yo puedo vivir sin café,” dice usted. Inténtelo. Usted puede ser como el alcohólico que dice: “Dejar de beber es fácil, yo lo he hecho cientos de veces.” La cafeína también se encuentra en el té, cola y chocolate, y todo eso es adictivo. Los nutricionistas dicen que el chocolate es de lo peor que uno puede comer hoy.

Cuando hablo de nutricionistas, me refiero a los interesados en, y verdaderamente conocedores de, la salud y la alimentación natural, no los que tienen sus títulos de universidades patrocinadas por empresas químicas , quienes han ingerido teorías y mentiras convencionales, que salen de allí con el cerebro sucio, engañados y enseñándole al mundo.

Cuando se habla de que el chocolate es malo para usted, los nutricionistas que cito están hablando de las variedades diluidas, refinadas, adulterados, no orgánicas, químicamente cultivados y procesados para convertirlos en muchos y variados productos. Los chocolates oscuros auténticos, puros, cultivados y procesados orgánicamente, se dice, tienen algunas cualidades saludables maravillosas, y, cuando se toman con moderación, son buenos para usted, como sucede con tantas cosas.

Compre su comida donde cueste más en el momento, pero que resulte en ganancia a largo plazo.

De verdad, ¿es nuestro cuerpo un templo del Espíritu Santo, cristiano? Entonces, ¿qué tenemos que andar nosotros justificándonos y comiendo las cosas que llamamos alimentos, engañados por el mundo cuyo príncipe está para destruirnos? ¿Dónde está nuestra vigilancia? ¿No pensamos que nos iba a atacar desde esta dirección como desde cualquier otra? ¿Por qué le creemos y servimos fielmente? ¿No hemos escuchado cuál es su paga? ¿No nos damos cuenta de que él ya nos ha pagado, a nosotros y a los nuestros? ¿No es esa paga un terror y una pena para nosotros? ¿No ha tenido éxito en desalentarnos, en robarnos y destruirnos a nosotros?

Ya no sea ignorante de lo que se encuentra en los estantes de comestibles. Compre su comida donde cueste más en el momento, pero que resulte en ganancia a largo plazo. Apoye a quienes están luchando contra la corriente y pagando el precio de hacerlo. Pague el precio con ellos.

Hechos 10 y 11 (donde en una visión Pedro ve un lienzo bajando lleno de animales inmundos y se le ordena a él que coma), se usa como pretexto para comer cualquier cosa. Pero ahí Dios no estaba hablando de comer cualquier cosa. Mediante símbolos, como lo hace a menudo, Él estaba enseñándole a Pedro que ahora se les podía predicar y recibir a los gentiles, que Él los estaba trayendo al Reino de Dios. Ellos tenían que ser tratados ya no más como inmundos. Eso no tenía nada que ver con la comida. No carnalice la Palabra de Dios, destruyéndose así a usted mismo.

Dios puso fin a la ley ceremonial, pero ¿puso Él fin a la cuarentena y la esterilización ordenadas en las Escrituras? Durante siglos, estos principios se perdieron y ocultaron para muchos. Más soldados morían en los campos de batalla a causa de la infección que de las heridas, más por el tratamiento de los médicos con las manos sucias que de balas. Cuando las plagas golpearon Europa, se encontró que los Judíos no fueron tan afectados por ellas. ¿Por qué? Debido a que no comían carne de cerdo ni tenían un estilo de vida de suciedad y falto de saneamiento como los gentiles nominalmente cristianos. Dios honra Su palabra siempre. Así que considere la dieta también.

Otro pasaje utilizado para justificar la dieta destructiva es Lucas 10:8, donde Jesús les dice a los discípulos que coman lo que les pongan por delante. Él simplemente estaba diciendo que el trabajador es digno de su salario, que no tenían que preocuparse por proveer para sí mismos, que Dios proveería por medio de los ministrados. Pero recuerde al menos dos cosas y aplíquelas a usted mismo por su bien, el de sus seres queridos y el de su prójimo:

1) eso fue hace 2000 años… mucho antes de que contamináramos y despojáramos al planeta como lo hemos hecho ahora, y

2) en ese tiempo, ellos fueron enviados sólo dentro de Israel donde, en su mayoría, no comían alimentos inmundos. Además, Pedro fue uno de a quienes se habló y envió, y dice él en Hechos 10 que él nunca había comido nada corriente o inmundo (ni siquiera durante los más de 3 años que él había pasado con Jesús Mismo Quien dio las instrucciones), de modo que es obvio, a los imparciales, que Jesús no estaba haciendo una declaración en blanco en cuanto a la dieta, sino más bien estableciendo un principio de actitud y reconocimiento de la provisión de Dios en el camino.

Si damos gracias al Señor por nuestros alimentos, ¿cómo es que podemos tirar parte a la basura?

Hemos tocado 1 Timoteo 4:1-5 el cual muchos usan también para justificarse a sí mismos. Bueno, si queremos ser tan dogmáticos con la letra, entonces la próxima vez que vayamos a ministrar a los caníbales en alguna selva, comamos y disfrutemos, recordando que, en verdad, todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse; comamos lo que tengamos por delante. Pero tengamos cuidado de no devorarnos a nosotros mismos.

Pero ¿qué dice? Habla de la santificación por la Palabra de Dios y la oración. La Palabra de Dios era entonces, en términos físicos, el Antiguo Testamento, y sabemos bien lo que tenía que decir sobre lo que era santificado y lo que no. En cuanto a la oración, de nuevo, hay de oraciones a oraciones.

Hablando de la oración, ¿qué hacemos con la comida por la que damos gracias? ¿Nos comemos todo o dejamos un poco para ser tirada a la basura? Si es bendita y hemos dado las gracias al Señor por ella, ¿cómo es que podemos tirar parte a la basura? ¿Es esto una demostración de nuestro agradecimiento? ¿Por qué uno se sirve tanto, para empezar, y luego, lo desperdicia? ¿Qué es peor… comer unas cuantas cositas sobrantes que son presumiblemente benditas, sirviendo a Dios con sinceridad y verdad, o cuidar la línea de nuestra cintura, hipócritamente sirviendo a nuestro cuerpo en lugar de al Señor, pero haciéndolo en el Nombre del Señor?

¿No le dio José, un hombre de Dios, a su hermano Benjamín una porción cinco veces mayor en comparación a la de sus otros hermanos? ¿Fue pecado que él hiciera eso? ¿Fue pecado que Benjamín participara de todo corazón? ¿Estaba José, por lo tanto, defendiendo la gula? ¿Fue ese acto condenado por Dios? Y si “todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias, santificado por la Palabra de Dios y la oración,” entonces, ¿cómo es que vamos a comer esto y no aquello, de esta manera y no de la otra (hablando de esas cosas que Dios verdaderamente diseñó y proveyó para que nosotros las comiéramos y por las cuales hemos dado gracias en la mesa)? Los que dicen que Dios da todas las cosas para comer y disfrutar para Su gloria a menudo se contradicen, y en forma terrible.

Ahora que hemos hablado de no desperdiciar la comida, es importante señalar que es muy posible que la gula haya hecho más daño y matado a más gente que cualquiera de las otras cosas que ya he mencionado en este escrito. La gula es el principal pecado del mundo de los alimentos mencionados en la Biblia. Ella condena comer en exceso así como la embriaguez. Las dos son hermanas, ambas asesinas, las dos impías, ambas embotan los sentidos y capacidades físicas, mentales y espirituales, y sirven a los deseos de la carne. Cristiano, no nos engañemos, si usted es un glotón, usted es un borracho; si usted es un borracho, usted es un pecador en todo sentido igual que quien está en una cuneta. Sépalo. No hay manera de evitarlo.

En la obediencia, somos recompensados; en la iniquidad, somos castigados.

Si usted tiene problemas con su peso, el pecado es el responsable, sea pasado o presente, suyo o de sus ancestros, pero el pecado es el responsable. Su privilegio, como creyente, es ir a Dios, confesarle su atadura, averiguar cuál es ese pecado y confesarlo, arrepentirse de eso públicamente, y es tan seguro que Dios lo libertará como que usted está leyendo este escrito. Por favor lea The Perfect Diet. Yo sé de qué le hablo.

Somos responsables de la totalidad de nuestro ser. En obediencia, somos recompensados; en iniquidad, somos castigados. Un carro está hecho para usar gasolina y petróleo, no salsa de tomate y vinagre. Si somos tan libres de hacer lo que queramos, entonces ¿por qué es que aplicamos la razón a nuestro carro, pero no a nosotros mismos? ¿Cómo es que hay cosas que no les damos de comer a nuestros animales domésticos y al ganado? Dele a su gato rábanos y cebollas, o ruibarbo a su perro, a sus caballos hojas de álamo, malas hierbas a sus vacas, a sus ovejas algo de madera vieja, viendo que ellos son suyos así como usted es del Señor. ¿Cómo es que los animales no se comerían eso si usted se los diera? Incluso los animales saben mejor, pero cuando se ven obligados o engañados, podrán comerse lo que les den y serán destruidos junto con el destructor, descendiendo al matadero en venganza, llevándonos al asesino a nuestras bocas.

Realmente, la comida física no es el asunto, ¿verdad? Pero es un elemento de nuestras vidas que no puede ser ignorado. Cuando se piensa en ello, ¡toda la Biblia y lo que Dios está haciendo se trata de comer! Todo comenzó con Adán y Eva que tuvieron que decidir lo que iban a comer. Abraham trajo comida, elegida por su calidad, para alimentar a los tres hombres cuando el Señor lo visitó.

El Señor alimentó milagrosamente a Israel con el maná, un alimento físico. El ángel hizo que Elías comiera. Trabajamos porque la boca nos lo exige; cultivamos la tierra para comer; morimos si no comemos; se nos invita a cenar en el banquete del Señor en Su Reino. Todas las fiestas eran con comida, comida significativa; la comida era un componente principal en las celebraciones.

Todos los sacrificios estaban relacionados con la dieta y la alimentación: el Hijo de Dios es el Cordero Pascual que comemos; Jesús dijo que no tenemos parte en Él si no comemos Su carne y bebemos Su sangre. Incluso después de la resurrección, ¡Jesús preparó pescado en el fuego para Sus discípulos! ¡Todo está relacionado con comer! No es de extrañar, entonces, que incluso si lo físico es solamente un símbolo de lo espiritual, no tenemos derecho a ser irreverentes o irresponsables. Todo es de Dios y cada quien cosecha los beneficios o consecuencias “de acuerdo con sus caminos y según el fruto de sus obras.”

Por supuesto, no podemos escapar por completo de la contaminación y la deficiencia en nuestros alimentos. Hoy en día, parece bastante seguro que sea imposible. Cuando no sea posible, Dios interviene por aquellos que Él favorece, mostrándoles misericordia. Cuando no es imposible, y se nos da para hacer algo, creo que debemos hacerlo. No hacerlo es tentar al Señor. Ciertamente podemos beber veneno y no nos hará daño como dice Marcos; los ángeles se encargan de nosotros para que nuestros pies no tropiecen en piedra, pero arruinarnos a nosotros mismos en forma deliberada o incluso actuar descuidadamente es cortejar con el desastre. La respuesta del Señor al tentador es eterna y se aplica a nosotros: “Escrito está: No tentarás al Señor tu Dios.”

Señor, concédenos la sabiduría en las cosas que despreciamos y que no deberían ser menospreciadas, para tener una perspectiva recta en todas las cosas, sabiendo que Tú eres la Ley y el Dador de Vida para todos.

Víctor Hafichuk

Traducido al español por Edwin Romero
Translated into Spanish by Edwin Romero

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